¿TE PUEDES QUEDAR?

parte 30

Heidi

Estaba ya a punto de perder la paciencia, como era posible que no sabía nada de nawell, nada de freen ni de los idiotas que eran mis aliados.

Este estúpido bebé me pone en convaleciente, si estuviera bien ya estaría tirando de los pelos de esa engreída.

Nota mental: Nadie que tenga pene es confiable.

Llamando a Kick:

Kick: Dime que paso ahora mi bella dama?

Heidi:Qué le hiciste?

Kick: A quien?

Heidi: Cómo qué a quien? Ah nawell, me dijiste que te encargarias y ni ayer por la noche ni hoy se de él. Que le hiciste? ( Mis lágrimas ya salían, estúpidas hormonas).

Kick: ah, a ese, nada nunca lo encontré.

Mi corazón murió en ese instante, si no era kick que tenía a nawell. Solo Dios sabe lo que le estuviera pasando.

Martha

Estuve pensando todo un día entero, me sentía mal, la sra Sarocha depósito su fe en mi y yo por mis hormonas alborotadas la defraudé, Pero esto lo iba arreglar.

Recordé que siempre que este señor me venía a convidar, siempre se ofrecía para ir a la oficina de la gran jefe, fui al lugar y empecé a revisar cuidadosamente y empecé a encontrar aparatos extraños, micrófono y hasta localizador.

Ese degenerado estaba espiando a la jefe y por ende me utilizo, pero esto no se quedaba así. Por qué como mi madrecita decía que en paz descanse:

Martha Lucia Ramirez no te dejes de nadie y con Martha Lucia no se mete nadie.

Cite al implicado y seguí en mi papel de tonta. Me puse lo más sexy que podía, ya está edad para quererlo ser me toca templar la piel y no hay presupuesto, pero se hace el intento.

Me puse un vestido negro que eran del bautizo de mi sobrino cuando tenía cinco años ahora tiene 20, mis pechos son como la economía del país en vez de crecer van pa abajo, así que me metí un poco de algodón para ayudar a la vista. Puse tacones rojos, me pinte mis labios de rojo más intenso posible, cartera roja y un abrigo de piel negro que fue la herencia de mi tatarabuelita.

Llegué al restaurante y él estaba ahí, mirando su celular como siempre, cuando me vio, no se, si se estaba ahogando porque me veia muy bien o estaba demasiado ridícula, pero el hecho fue que lo impacte y era lo que quería.

Llegué a la mesa y el se levantó y corrió mi silla, hizo el respectivo saludo y me senté.

Nawell: Estás, estás algo ( su cara era de confusión)...

Martha: Cambiada, arreglada? ( lo ayude para completar su palabra.)

Nawell: No, diferente. ( Su mirada aún era de asombro)

Martha: Lo diferente es bueno. ( Le dije mientras tomaba mi copa y le picaba el ojo)

Las diez películas de mujeres sexy como Angelina, Salma, Jennifer y otras ahí han servido. Porque de seducción si no pregúntele al panadero, carnicero nunca logro que me den algo extra, por más que ponga mi supuesta voz y postura sexy. En fin.

Cenamos, hablamos y hasta reímos creo que a nawell le encantó la forma en que me veia, hasta yo lo entiendo, normalmente uso el uniforme de la empresa, los tres pelos que tengo o en la cabeza me los hago para un lado y mis gafas no ayudan.

Pero hoy, estába con el cabello como si un caballo me fuera lamido, recogido todo atrás y mi maquillaje bueno le dió vida a mi rostro.

Luego le pedí ir a otro lugar, fuimos a mi casa y ahí ya tenía todo planeado. Entramos a mi humilde hogar, nos pusimos cómodo, le di vino y en este le di hasta que perdiera su cordura, ya está más ebrio que cosa.