<Chapter 2>

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El tío Arthur alzó las cejas al leerlo.

—Esto es publicidad.—Aseguró mientras rompía la carta,pero se lo veía preocupado.

—¡Pero estaba a mi nombre!

—Es publicidad, sólo olvídalo.—Salió algo nervioso y se metió en la cocina, cerró la puerta para hablar con Hortensia sin ser escuchado.

Ela se quedó de pie un rato más, preguntándose por qué si tío habría hecho eso.Salió del trance al oír a Lizzy.

—¿Vienes a la biblioteca?—Estaba apoyada en el pasamanos de la escalera.

—Claro...

Al día siguiente, llegó una carta igual a la del día anterior, Arthur se dio cuenta y volvió a romperla.Los dos días siguientes recogió él el correo para asegurarse de romperla,hasta que fue suficiente...

Por la noche,ela hablaba con su tía.

—¿Por qué el tío Arthur no me deja leer mi carta?

—Son tonterías, cielo.—Fregaba los platos con lentitud.

—¿Entonces por qué le importa?

—Tú no te preocupes,es sólo una carta,ya te aburrirás de que te lleguen cuando seas mayor.

—¿Y si tiene que ver con mis padres?

—Ela,ya lo sabes, murieron.

—¡Pero...!

—Pero nada.—Se giró hacia Ela,colocando las manos en jarras.—Me encantaría cambiar cómo sucedieron las cosas y que fueses feliz con tus padres,pero no está en mi mano y mucho menos en la tuya.Es imposible que sea sobre ellos.—Suspira y su mirada se ablanda levemente.—Deberías dormir...

Ela frunció los labios y salió con prisa de la habitación,chocando contra Lizzy,la abrazó.

—¿Ela...?

Poco sabían que mientras todo ese drama tenía lugar,fuera de la casa estaba pasando algo mucho más interesante,en Jefferson street,dos hombres volaban,uno en escoba y otro en una alfombra.

Se posaron en el umbral de la puerta de la casa de los Barker y,de un toque,tiraron la puerta abajo, provocando que todos los mirasen asustados.

Cuando obtuvieron toda la atención una llama de fuego apareció en el aire entre ellos y de lo que quedó de ella apareció aquel hombre pálido, miró tras él y puso cara de desaprobación(con un toque de burla) a los hombres tras él.

Era un hombre alto,de pelo negro algo canoso,engominado, vestía elegante y tenía aquellos ojos... Sonrió levemente y pudieron verse sus colmillos,que sobresalían entre todos los dientes.

Ares corrió hasta él a pesar del fallido intento de Ela y Lizzy por agarrarlo y,a su lado,se frotó contra su pierna para luego transformarse en una sombra, provocando que Hortensia se desmayase.

—Es un Nigredo.—Informó el hombre con voz grave mientras se agachaba a acariciarlo.—Se llama Adonis.

—¿A-ares...?—Tartamudeó Lizzy.

—¿Así lo has llamado,Ela?—Uno de los hombres se acercó a Lizzy con sonrisa amable.

—Esa no es.—Dijo el otro hombre

—Soy Damian Shaw,director de la escuela para magos y brujas Bleaxorths.—El hombre de los colmillos fue quien habló,hizo una pequeña inclinación de cabeza.—Venimos por Ela Black.

Las caras de Hortensia y Arthur se oscurecieron.

—¡De ninguna manera!—Gritó tío Arthur.

—¡¿Magia?!—Ela y Lizzy se miraron mientras gritaban al unísono.

—¡Nada de magia!—Dijo tía Hortensia, levantándose del suelo.

—¡¿Por qué no?!—Se quejó Ela.

—¿No sabes nada sobre la magia?—Preguntó Damian,mirando con reprobación a sus tíos.—¿Cómo es eso posible?

—¡¿Vosotros lo sabíais?!—Ela mira a sus tíos.

BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora