<Chapter 4>

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Ambos hombres siguieron a Damian y Ela aprovechó para apretar el abrazo con Lizzy antes de caminar tras ellos.
En lugar de salir por la puerta que habían tirado antes,Damian extendió la mano y uno de ellos le dio unos polvos que sacó de una bolsa pequeña que llevaba colocada enganchada en su pantalón.Ela miraba con atención,Damian le hizo un gesto para que extendiese la mano y cuando lo hizo puso polvos también en su mano.

—Sólo tíralos al suelo.—Le susurró.

Así lo hicieron los cuatro,cuando los polvos negros chocaron contra el suelo se vio como si el fuego empezase a comérselos hasta la cabeza y sólo desaparecieron sin dejar rastro.

En menos de lo que lleva pestañear estaban en el vestíbulo de la casa Black,frente a ellos un hombrecito de un metro de altura aproximadamente, era huesudo,su piel estaba levemente bronceada con tonos rosados en sus codos, dedos de manos y pies y nariz.No se diferenciaba dónde empezaba su cabeza y terminaba su corto cuello.No tenía pelo en las cejas(a diferencia de sus peludos brazos,piernas y pies),sus ojos eran pequeños y negros,a Ela le recordaron a los de un conejo,su nariz era redonda,algo grande si se compraba con el tamaño de sus ojos y su boca era grande, tenía dientes de conejo y su sonrisa llegaba hasta sus orejas,situadas una al lado de cada ojo,apuntando hacia arriba con la misma forma que las de un caballo.Vestía unos pantalones verdes tejidos que terminaban justo después de sus rodillas,deshilachados,y los llevaba subidos hasta las axilas, tenía cosido en la zona de la rodilla una tela marrón, redonda,llevaba una camisa de cuadros,las líneas eran azules,los botones de la camisa eran extrañamente grandes,iba remangado y tenía un tirante marrón enganchado en un palito del pantalón.Finalmente llevaba como gorro una bobina a la que le quedaba poco hilo,encima de esa,otra bobina llena de hilo rojo,llevaba una gran aguja pinchada y,entre ambas bobinas,un botón con varios alfileres de colores,de su gorro escapaban pelos rubios que llegaban hasta su "cuello".

—¡Ela Black...!—Su voz era aguda,agitaba una especie de plumero hecho literalmente con grandes plumas blancas que empezaban a oscurecerse.

Ela lo miró asombrada,estaba fascinada por aquella criatura que tenía delante.El hombrecito se acicaló el pelo y planchó el pantalón con la mano libre y luego se la tendió.

—Perdone...Soy Jeker,un Pigrett.

—¿Pigrett...?—Estrechó su mano.

—Oh,—Sacudió el plumero sobre su propia cabeza.—casi se me olvida que usted de crió con tiplats,soy un desastre...— Sonrió mostrando todos sus dientes.—Los Pigrett somos criaturas domésticas encargados del cuidado del hogar y de servir a nuestro amo,usted es la mía ya que su padre lo era.Cada uno tenemos una personalidad muy definida,por ejemplo...—Se giró y señaló una puerta tras él donde había otro Pigrett.—Ploki es...especial y toda su personalidad gira en torno a ello.

—Anda,como los enanitos de blancanieves...

—¿Los qué de qué?

Ploki se había acercado sigilosamente hasta ellos y a Ela casi le pareció que había salido de la nada.Se parecía físicamente a Jeker,pero sus ojos eran dorados(muy abiertos),sus orejas parecían las de un conejo y su nariz parecía el morro de una rata sin bigotes.Su ropa también era distinta:su gorro era una tela roja oscura llena de remiendos sobre la que había un pequeñísimo plato con una taza sobre él,plateados,simulando un sobrero de copa.Su pelo rojo ondulado apuntaba hacia el techo.Vestía una especie de chaleco hecho con remiendos y unos pantalones como los de Jeker,todo rojo oscuro y de su bolsillo colgaba un reloj roto.Temblaba mucho.

—Ah...—Le miró tensa.—¿Y qué son los tiplats?

—Gente no mágica.

Ploki inclinó la cabeza y sonrió de golpe.

—¡Ela Blaaack!—Dijo en un tono infantil mientras se abrazaba a las piernas de Ela.

—¡Ploki suelta!

—Él se ocupará de tí hasta que empiecen las clases.—Anunció Damian,interrumpiendo y Jeker asintió.

—¿Cuándo empiezan?

—15 de septiembre.Jeker te ayudará con la lista de todo lo que necesitas.También necesitarás ropa y demás.

—No tengo dinero.—Al oír eso,Jeker rió.

—Cielo,eres rica.—Decía riendo mientras tiraba de Ploki,sin lograr que soltase a Ela.

BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora