<Chapter 11>

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Ela admiró aquella sala,todo era azul.El techo, abovedado,estaba hechizado y,en lugar de ladrillo,se veía el cielo estrellado y había mariposas azules volando por ahí,una mitad de la sala estaba llena de cojines para sentarse y estanterías en todas las altísimas paredes con sus escaleras y el suelo estaba lleno de pétalos azules de los árboles florales que había en grandes macetas.En la otra mitad estaba la chimenea,el fuego era también azul y colgaban plantas de hojas azules desde lo alto de los numerosos arcos que rodeaban la habitación, había dos grandes sofás y unos sillones frente al fuego,unas mesas más apartadas y había numerosos juegos de mesa.Le pareció todo un paraíso.

—Es...impresionante...

—Sabíamos que dirías eso.—Mattheo sonrió levemente.—Mañana podríamos enseñarte un sitio interesante para comer.

—¿Ah, sí?

—Sí,en Ortsfli,un buen restaurante.

—Será interesante.—Sonríe.

Theodore sonríe mirándolos.

—Sí,pero...es de comida no mágica y a mí no me gusta...Vaya, tendréis que ir solos...—Theo puso cara de pena.

—Podríamos quedarnos a comer aquí.—Ela habló.

—No,no...Id vosotros,me quedaré en la biblioteca,me hace falta adelantar materia.

—¿Qué dices,fantasma?Seguro ni sabes que dentro de los libros hay palabras escritas.—Bromeó Mattheo.

—¿Qué son las palabras?—Theo le siguió la broma.

—¡Tenemos que enseñarte un montón de cosas!—Mattheo se giró hacia Ela.

—El invernadero será lo primero y después te enseñaremos a montar en escoba.—Dijeron ambos a la vez.

—¿Montar en escoba?¿No es muy pronto...?

Ambos la agarraron para llevarla rápidamente.Salieron al patio de Bleaxorths, tenía algunos setos con flores,estaba rodeado por los muros de la escuela,pero se veía el amplio cielo azul y era un buen lugar para sentarse en los bancos al rededor de la fuente y comer algo.Siguieron tirando de ella para bajar por las pequeñas escaleras a los campos de Bleaxorths,tan bonitos,verdes, brillantes y florecientes,los alumnos a su alrededor los miraban al pasar y muchos cuchicheaban.

El invernadero estaba formado por ramas de lo que parecía cerezo, dándole una preciosa forma,su techo,puntiagudo, también estaba hecho por las ramas y los huecos entre ellas se rellenaban con la preciosa flor de cerezo, haciendo de pared.

—¿Qué son esos frutos?—Ela señaló al árbol que se encontraba justo al lado del invernadero,del que colgaban frutos con forma extraña.

—Es el árbol del conocimiento.—Dijeron al unísono.

—Sus frutos otorgan a quien los come un conocimiento y sabiduría infinitos.—Explicó Theodore.

—Pero comer demasiados conduce a la locura.—Mattheo siguió.—Por eso Shaw ha hechizado al árbol para hacer imposible comer sus frutos.

Mattheo tomó de la muñeca a Ela para entrar al invernadero.

—Esto es muérdago,se usa para las pociones de buena suerte.

—Las personas no mágicas se besan debajo del muérdago y está asociado con la Navidad.—Ela sonríe.

—Eso es... bonito...—Matt sonríe levemente también.

—La ortiga la usamos para bromas,hacemos caramelos con ellas y a quien los toma,le pica todo el cuerpo.—Theodore sonríe maliciosamente.—El helecho lunar sirve para crear portales, teletransportate o viajar en el tiempo.La raíz de ginseng tiene propiedades curativas,el té de ginseng ayuda a meditar,canalizar energía,y así realizar hechizos más complejos.

—Este,—Mattheo se acerca a una zona con pequeños árboles y flores.—es el árbol del susurro,sus hojas susurran a aquel que se acerca y le cuentan secretos,puedes incluso comunicarte con los muertos.

Ela se acercó al árbol,queriendo escuchar a las hojas.

“No fue Salvatore.”

Fue lo que le susurraron,la hizo retroceder,dejando de prestar atención a lo que decían.

—Esta es la flor de la sombra—Theo no se había dado cuenta de la expresión de Ela,pues miraba a la flor negra con brillos morados.—sólo florecen en la oscuridad total,te dan la habilidad de moverte sin ser visto.Esta planta con espinas es el corazón de rosa,quien se pinche o ingiera su veneno, quedará paralizado y sólo se salvará con esta,el lirio de fuego,—una magestuosa flor amarilla y roja que resaltaba sobre las demás.—crece en las entrañas de los volcanes,por eso aquí hay sólo esta,no es tierra en lo que crece,es polvo volcánico,su esencia se usa en hechizos de fuego muy poderosos,pero es muy peligrosa de manipular.

—Mira,está es la hoja de la risa—Mattheo sonrió señalando un árbol de tronco literalmente anudado y guardó unas cuantas hojas en su bolsillo.—La usamos para algunas bromas.¡Ah!Y esta—Se mueve hacia una pequeña planta herbácea con hojas en forma de corazón y flores blancas,sus raíces eran de un rojo carmesí intenso, tenía olor a canela quemada.—raíces de sangre,sus raíces se usan para ungüentos que curan heridas y sopas que curan huesos rotos, pero,si ingieres las hojas, tendrás alucinaciones.—Se guarda un par de hojas en el bolsillo.

—Vamos a enseñarte un secreto.

Ela parecía completamente maravillada por todo lo que estaba viendo.

—¿Qué secreto?

Los gemelos miraron a su alrededor y se agacharon, quitando una trampilla del suelo.

—Las damas primero.—Theodore sonrió orgulloso,pero fue Mattheo quien cruzó primero.

—Ah,es un detalle,querido.—Tomó la mano de su hermano y se tiró.

Ela contuvo la risa y decidió atreverse a bajar también.

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