• 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 15•

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Tengo demasiadas cosas que decir pero nada logra salir de mi boca

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Tengo demasiadas cosas que decir pero nada logra salir de mi boca.
Estoy parada frente a lo que parece ser un ángel. Un verdadero ángel.
Me quedo estática en mi lugar. No dejo de mirar—o intentar mirar, mejor dicho— sus espectaculares alas brillantes.

–Sé que esto es inesperado, pero necesito que pares este aparato.

Asiento en silencio y me muevo hacia el panel de botones. Este está cubierto por una de las alas.

>>Carajo...Son alas ¿Cómo es posible?<< 

Siento que estoy a punto de desmayarme. Es como si las energías me hubiesen abandonado. Sin embargo no puedo ni quiero dejar de ver lo que parece ser un sueño.

Miranda– Cooper gruñe a la vez que cierra los ojos.

–Tus alas...– señalo hacia ellas –Están tapando el panel. En unos segundos llegaremos.

Cooper intenta moverse, visiblemente inquieto. Me asusto al ver que sus alas comienzan a raspar las paredes del ascensor dejando marcas a su paso. Cada vez estoy más cerca de ellas.
Extiendo mis brazos para detenerlo, sin éxito ya que sus plumas rozan mi cuerpo.

–¡Cooper!

Escucho el sonido de las puertas abriéndose a mis espaldas. Para ese entonces Cooper se abalanza sobre la salida, sin tener en cuenta el pequeño detalle que yo estoy en su camino.
Mi cuerpo es empujado fuertemente hacia el suelo por una de las alas cuando el idiota intenta pasar por mi lado. No tengo tiempo a amortiguar la caída con mis brazos. La cabeza me comienza a doler y todo se vuelve borroso hasta quedar en completamente oscuridad.

─────•❥❥❥•────── 

Me cuesta abrir los ojos por el cansancio. En un principio no quiero despertar, hasta que lo últimos acontecimientos aparecen en mi memoria.
Despierto de golpe y me pongo alerta.
Estoy recostada en una enorme cama con sábanas suaves y almohadas acogedoras. El resto de la habitación es demasiado grande para prestar atención a tantos detalles en mi estado.

–Auch– gimo de dolor al tocar mis sienes. Para mi sorpresa mi cabeza está envuelta con una especie de tela –¿Qué es esto?

Intento sentarme, pero una mano en el hombro me detiene. Miro hacia arriba y me encuentro con los ojos grisáceos de Cooper. Lo miro con fastidio a la vez que aparto su mano.
Su rostro se ve ligeramente fruncido en una expresión de preocupación, su ropa es otra y ya no hay señal de sus alas.

–¿Estás bien?– me pregunta sentándose en el borde la cama –Miranda vuelve conmigo por favor.

Parpadeo, trago grueso y hago mi mayor esfuerzo para no salir corriendo del pavor.

–Es la segunda vez que termino perdiendo el conocimiento en tu presencia. Espero que no se te haga costumbre.

–Bueno, tus reproches regresaron. Estoy contento de que estés bien– suspira aliviado –¿Puedo hacer algo por ti? ¿Necesitas agua o algo de comida?

Cupido No Se EnamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora