• 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 8•

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Aparto mis apuntes de clase con frustración y me meto a la boca un muffin de vainilla

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Aparto mis apuntes de clase con frustración y me meto a la boca un muffin de vainilla.
Aurora levanta la vista de sus libros. Hace mucho tiempo que ella no pisaba una biblioteca, pero cuando le pedí ayuda para repasar algunos temas, aceptó sin dudar.
La ventaja de tener una amiga un año más adelantada en la universidad es que puede guiarte en el camino lleno de lodo que ella ya transcurrió.

–Mimí tómate unos minutos. Estás estudiando sobre las emociones humanas sin siquiera detenerte a analizar las tuyas.

–Lo sé– hablo con la boca llena –Es que este tema me aburre. El profesor Gómez da muchas vueltas al hablar. Es difícil clasificar lo que es del tema con lo que es parte de su vida privada. Casi puedo apostar que en la próxima clase hará referencia a cómo van las cosas con Elvira, la bibliotecaria.

–¿Hasta ellos están viviendo un romance?– se endereza en la silla con el rostro iluminado.

–Eso creo. Los vi muy juntos y risueños la primera vez que vine aquí– susurro.

–Espera– se pone seria –Si no mal recuerdo, el profesor Gómez está casado. Oh sí sí, recuerdo a su esposa. Vestía muy elegante el día del noveno séptimo aniversario de la universidad, hace unos meses. Tal vez ese día la señora Elvira no los vio juntos.

Dejo caer mi cabeza sobre la mesa. Cierro los ojos deseando que la madera me absorba y me lleve lejos.

–Otra decepción. Al menos no tuve nada que ver con eso.

Aurora me acaricia el cabello.
Ya está al tanto de lo que sucedió con Beth y Milo, aunque omití el detalle de la desaparición de Cooper.
Lo que si sabe es que él fue a mi casa para agradecerme. Fue idea de ella, así es como Cooper supo dónde vivo.

–No fue culpa tuya. A veces no podemos tener el control de todo. Tú solo quisiste ayudar, nadie sabía que Milo terminaría siendo un hijo de perra.

–¡Shhh!– escuchamos a lo lejos.

–Lo siento– nos disculpamos al unísono.

Me dispongo a seguir leyendo pero Aurora me da una palmadita en la cabeza.

–Ey, dije que te tomes unos minutos– cierra mi libro –Tienes algo rondando dentro de esa linda cabeza. Suéltalo.

–Luego de la visita de Beth quedé algo perturbada– sacudo la cabeza –Bueno, bastante perturbada. Asi que investigué si otras personas a las que había ayudado en el pasado también la habían pasado mal con sus conquistas.

–¿Y qué descubriste?

–Resulta que logré contactar por redes sociales a, aproximadamente, cuarenta personas que ayudé de manera directa o indirecta a declararse a su amado/a. El 100% de casos terminó en ruptura. Las causas varían.

>>11% de rupturas debido a que eran demasiados jóvenes para saber que en realidad no estaban enamorados; Un 35% terminaron por diferencias ya sean económicas, espirituales, académicas, o de convivencia; y finalmente el 54% de parejas rompieron por infidelidad<<

Cupido No Se EnamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora