–¿A qué te refieres con "tu misión"?– lo miro escéptica. –¿Por qué viniste aquí, Cooper?
–Volví a la universidad porque debía buscarte.
–Me refiero a la Tierra, ¿Por qué bajaste a la Tierra?
Cooper me mira en silencio con expresión indescifrable en el rostro. Por un momento pienso que no sabe qué responder, o inventará una mentira.
Espero pacientemente a que se decida, cuando de repente comienza a caminar sin mirarme siquiera.–Disculpa, te hice una pregunta– camino a paso rápido hasta él. Ahora los roles de quién persigue a quién cambiaron –Querías hablar, pues hablemos.
–¿Alguna vez has lanzado una flecha?
–¿Y eso qué tiene que ver?
–Me pone inquieto tener que revelar más secretos a un humano. Lanzar flechas me tranquiliza.
Suspiro al escuchar otra vez la diferencia de origen. Opto por no recordarle nuevamente que él también tiene orígenes humanos.
–No, jamás he lanzado una flecha– respondo poniendo los ojos en blanco –¿Ya me explicas eso de la misión?
Sigo a Cooper hasta—sorpresa sorpresa— el campus, donde los blancos de arquería ya estaban esperándolo.
"Aún no es ni día ni el horario para prestar el campus ¿La Universidad haré excepciones por el extranjero cósmico?". Comienzo a reflexionar seriamente si Cooper hipnotizó a alguien para tener el patio de donde estudio como si se tratara del patio de su casa.–Antes de que digas nada, le prometí a los directores de aquí que ayudaría a organizar el próximo evento si me dejaban utilizar el campus fuera de horario– se adelanta a explicar él cuando llegamos. Del césped levanta su arco y una flecha.
–¿Por qué? Puedes practicar en tu casa.
–Pensé que si quiero pasar más tiempo contigo, debo de pasar más tiempo aquí. Si te invito a mi casa no querrás ir. Tiendes a ser mal educada.
–¿Pasar más tiempo conmigo? ¿Por qué?– me escandalizo interiormente.
Estoy lista a golpearlo otra vez si es necesario.
Me preparo mentalmente para cualquier locura que pueda salir de su boca.
Cooper estira sus brazos y se pone en posición para lanzar su primera flecha.–En la antigüedad las personas necesitaban una guía para enamorarse. Las personas no tenían noción aún de las emociones y sus consecuencias. Actualmente, eso cambió. Los humanos no necesitan que Cupido aparezca para unir sus destinos con alguien más. Sin embargo...– hace una pausa y mirando seriamente el blanco a diez metros de nosotros apunta hacia arriba el arco. Luego, suelta la flecha. Cuando esta hace una trayectoria perfecta hasta el centro de unos de los blancos, Cooper continúa hablando –Existen algunos casos especiales, como lo son los llamados "Humanos Grises".
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Cupido No Se Enamora
RomanceMiranda es la amiga perfecta, siempre lista para ofrecer un consejo y ser el refugio emocional de quienes lo necesiten. Sin embargo, detrás de esa fachada se oculta una joven solitaria que solo ha experimentado un beso en toda su vida y, marcada por...