• 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 16•

23 5 0
                                    

–El bebé mitad humano mitad dios fue criado y entrenado la mayor parte de su vida en el Mundo Celestial

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–El bebé mitad humano mitad dios fue criado y entrenado la mayor parte de su vida en el Mundo Celestial. Él visitaba a su madre en el Mundo Terrenal, pero el tiempo pasaba más rápido para ella que para él. Entonces, un día debió despedirse de ella y continuar su vida– toca su cuello con una mueca triste –Una vida cargando una marca que siempre me recordara la maldición.

Sus dedos se posicionan sobre la pequeña mancha en forma de corazón que noté la primera vez que lo vi. 

–Tú eres ese niño– susurro como en un trance–Tú eres...Cupido.

–Soy hijo del Dios del Amor, sí, pero no soy él. Mi madre me colocó de nombre Cooper, porque le parecía incorrecto que todos los hijos semidioses de mi padre se llamaran igual, como si fueran basura.

Cuando Cooper termina de hablar, dejo escapar una larga exhalación, apoyo los codos en las rodillas y entierro mi rostro en la palma de las manos.

Es demasiado que procesar en un solo momento. Va más allá de lo que jamás podría haber imaginado.
Ya ni siquiera sé qué sentir. ¿Enojo porque no confesó esto antes? ¿Tristeza por la historia, o incluso por Aurora que ignora toda esta verdad? ¿O tal vez alegría? Porque después de todas mis sospechas, Cooper no jugaba con mi amiga, sino que simplemente quería intentar quererla a pesar de su naturaleza, incluso si experimentaba dolor cada vez que ella lo besaba, abrazaba o daba la mano. 

Todo lo que he aprendido en la escuela carece de sentido. Los mitos no eran más que historias antiguas, explicaciones para fenómenos naturales, criaturas imaginarias. Y sin embargo...El hijo del mismísimo Cupido me noqueó con sus alas. Si los dioses existen, significa que el mundo es más grande de lo que pensé, y por ende los seres humanos somos mucho más insignificantes de lo que creemos. Nuestra existencia no se limita a ser inferiores a comparación de otros seres de la larga amplitud de nuestro universo, sino que ahora se supone que en nuestro propio mundo hay criaturas avanzadas con poderes inimaginables que coexisten entre nosotros. 

Luego de unos segundos le dirijo una mirada a mi padre, que continúa igual de quieto, recordándome que lo que está pasando es real. Cooper hechizó sin lugar a duda a mi padre.

–No me cierran los números– admito con más seguridad –Si todo eso que dijiste es verdad, tú deberías tener...

–Más de dos mil años.

>>Deberías tener un cadáver enfrente, Miranda, pero tienes a un hombre perfectamente conservado y además atlético frente a tí. Felicidades, oficialmente acabas de superar tu récord de rarezas<<

–Entonces...pareces un humano común y corriente, pero tienes alas y tus ojos se vuelven rosa.

–¿Cuándo los viste?– me mira preocupado –Es la segunda vez que lo mencionas.

–Cuando fuiste a mi casa en busque de tu pluma ¿Por qué?

–Porque solo se vuelven de ese color, cuando...– señala a mi padre –Juego con la voluntad de una persona. Es uno de los poderes que heredé de mi abuela, Venus*.

Cupido No Se EnamoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora