¿𝐌𝐄 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐄́ 𝐃𝐄 𝐌𝐈... 𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎? ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡

Preocupado

— Bueno, gracias por ayudarme a estudiar para mí examen, Jungkook.— dijo el rubio con una pequeña sonrisa.

— No hay problema Tae.— dijo sonriéndole.— Espero que te vaya bien en el examen, eres muy inteligente.— animó.

— Claro, gracias.— agradeció nuevamente mientras se rascaba la nuca con algo de incomodidad.— Eh, Jungkook no quiero que te hagas ilusiones con esto, solo quería ayuda y como Yoongi no vino hoy decidí aceptar tu propuesta.— aclaró el menor.

— O-Oh claro, no te preocupes...— contestó el cobrizo forzando una sonrisa.

El camino hasta parada de autobuses fue algo silencioso, pero no incomodo. Pero el cobrizo sentía que se olvidaba de algo, o más bien de alguien.

— ¿Te ocurre algo?— preguntó el menor al ver que Jungkook parecía pensativo.

— Ah, no es nada es solo que... Tengo el presentimiento de que me olvido de algo.

"O a alguien..."

— ¿Cómo qué?— preguntó el menor.

— Nos...— el teléfono del menor sonó.

— Lo siento...— se disculpó y saco su teléfono de su bolsillo para saber de quién se trataba, y con una gran sonrisa atendio la llamada— ¡Yoongi Hyung!— dijo el menor.

Hyung.

"¿Hyung?... ¡Hyung!"

— Mierda...— maldijo y salió corriendo en dirección a la biblioteca.

— ¡Jungkook!— escuchó el grito de Taehyung llamarlo, pero lo ignoró y siguió corriendo hasta llegar a la biblioteca.

¡¿Cómo se pudo olvidar de Jimin?! Ahora entiende porque se le hizo raro no escuchar el típico Hyung de Jimin.

Pero... ¿Cuándo lo había perdido? Si juraría que estaba detrás suyo cuando se estaban encaminando hacia la biblioteca junto con Taehyung.

Al llegar a la biblioteca está ya estaba cerrada, claro, eran las 6 p.m. y eso no le daba una buena espina.

¿Y si quedo encerrado? ¿Cómo entraría para salvarlo? Lo peor era que al menor le daba miedo la oscuridad.

— Diablos, ¿ahora qué hago?— dijo preocupado mientas comenzaba a tronar sus dedos.

Sus padres siempre le decían que no lo hiciera, pero era como un tic nervioso y no lo podía controlar.

Estaba preocupado por el pelinegro, era su responsabilidad cuidarlo porque es su primera vez en el mundo humano, y aunque no lo quisiera admitir, se había encariñado con el pelinegro en tan pocos días.

Salio del establecimiento para poder pensar en una idea de cómo podría entrar a la biblioteca así podría ver si Jimin se encontraba adentro.

— ¿Y si entro por at...— escuchó un sollozo.

Un sollozo muy familiar para el, se giró y caminohacia donde provenía el sollozo y... ¡Bingo!.

— ¡Jimin!— dijo y cuando el mencionado alzó su cabeza se acercó al menor para abrazarlo.

— H-hyung...— Tartamudeó el menor con su voz temblorosa.

— Qué bueno que estés bien, me tenías preocupado.— dijo mientras tomaba su rostro entre sus manos y limpiaba las lágrimas que caían de los ojos del pelinegro.

"¿P-preocupado... Por mí?"

¿ME ENAMORÉ DE MI... CUPIDO?