¿𝐌𝐄 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐄́ 𝐃𝐄 𝐌𝐈... 𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎? ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡

Buenos Días

Habían pasado al rededor de diez minutos desde que Jimin despertó y lo primero que sintió fueron unos brazos aprisionado su cintura.

Y cuando vio al dueño de esos brazos no pido evitar sentirse nervioso; Jungkook lo tenía atrapado entre sus brazos, y lo peor era que el espacio entre ellos era demasiado corto, tanto que el pelinegro podía sentir la leve y tranquila respiracion del mayor contra su rostro.

Primero trato de quitar el agarre de Jungkook con delicadeza, pero cada vez que lo intentaba, esté lo sujetaba aún más, acercándolo a él.

— ¿Qué hago?— se cuestionó en un susurro el pelinegro.— No puedo despertarlo.— dijo mientras lo miraba.— Se ve tan lindo durmiendo...

Sus labios formaron una pequeña sonrisa, alzó timidamente una de sus manos. —La cual se encontraba en el pecho del mayor.— hasta la mejilla del cobrizo.

Pero antes de que pudiera poner su mano sobre el pómulo del mayor, la puerta de la habitación fue tocada.

Jimin se sobresaltó y eso causó que el cobrizo se despertara.

— Jungkook, levántate ya es tarde para la escuela.— le dijo su madre por el otro lado de la puerta.

El cobrizo aún somnoliento, sientio algo entre sus brazos, y cuando logró ver con mayor claridad pudo ver a Jimin a su lado con un leve sonrojo en la mejilla y la mirada hacia otro lado.

— B-Buenos días Hyung...— dijo el pelinegro.— E-eh ¿M-me podría soltar?— preguntó nervioso y su sonrojo aumento.

El cobrizo lo miro extrañado, ¿Soltar? ¿A qué se...

"¡Rayos!"

— S-si claro, lo siento.— dijo rápidamente.

Soltó la cintura de Jimin y salió de manera apresurada de la cama.

— G-gracias Hyung.— dijo Jimin, aún con el sonrojo adornando sus lindas mejillas.

La puerta de la habitación se abrió, sobresaltando a ambos jóvenes. La madre del mayor había entrado, y parecía enojada.

— M-mamá...

— Jungkook, ya es tarde, tienes que ir a la escuela, y yo y tú padre tenemos que ir a trabajar asi que apúrate.— trató de hablar lo más calmada que podía.

— Sí, enseguida bajo.— respondió.— Lo siento.— se metió al baño de su habitación.

— ¡Hoy te llevaré yo a la escuela!— gritó su madre.— ¡Y no quiero quejas Jungkook!— y salió de la habitación.

Jimin se encontraba sentado en la orilla de la cama, presenciando todo con atención, y llegó a una conclusión.

— Las madres son peligrosas.— dijo mientras miraba hacia la puerta por donde la madre del mayor había salido.

¿ME ENAMORÉ DE MI... CUPIDO?