¿𝐌𝐄 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐄́ 𝐃𝐄 𝐌𝐈... 𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎? ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡

Me llamo Jimin

— Hyung ¿Qué haces?— preguntó muy curioso el pelinegro.

— Hoy es noche buena, y mamá siempre es muy exigente con la decoración.— explicó el mayor mientras trataba de poner el muérdago el la parte superior de la puerta.

Fallando por quinta vez en su intento de ponerlo.

Jimin al percatarse de aquello, le quitó la linda cosa de las manos y se elevó un poco con sus alas para poder poner el muérdago sobre la puerta.

— Gracias.— dijo el mayor con una sonrisa, la cual el pelinegro correspondió.

— De nada Hyu...

— Jungkook, ven y ayúdame con la cena por favor.— le dijo su madre desde la cocina.

— Enseguida mamá.— dijo el cobrizo.

Revolvió los cabellos del menor y se fue en dirección de la cocina.

El menor lo vió marcharse, y nuevamente; esa extraña calidez abrazó su corazón.

Subió las escaleras hasta la habitación del mayor, se puso el collar que lo convertía en un humano y se acercó a su cuaderno para comenzar a escribir en él.

Se le había hecho una costumbre por los últimos días, lo que no podía decir en voz alta, podía escribirlo en las hojas de papel de aquel pequeño cuaderno.

[...]

La tarde había pasado muy rápido, ahora se encontraban cenando.

O más bien, Jungkook y su familia lo hacían. Y a pesar de que, según Jimin; los cupidos no comen comida humana. Se le caía la baba al ver toda la comida sobre la mesa de la familia Jeon.

Jungkook se percató de eso, y una idea vino a su mente.

— Invité a un amigo.— dijo de la nada, llamando la atención de sus padres y cupido.— No quería que la pasara solo este día y lo invite.

— ¿Solo?— preguntaron sus padres algo confundidos.

— Sí, es hijo único y sus padres murieron cuando tenía diez, y según me contó, no tiene parientes.— contó su falsa historia.

Sabía que ese tipo de historias, conmoveria a sus padres.

— Pobre chico.— comentó su madre.— Hiciste muy bien en invitarlo, hijo.— le felicitó.— ¿Y a qué hora vendrá?

— Creo que está por llegar.— dijo mirando disimuladamente a Jimin

Quién lo miraba con confusión.

El peliazul le indicó con la mirada algo que el menor no entendía muy bien, así que rendido suspiro.

— Necesito ir a lavar mis manos.— dijo parándose de la mesa.— Ahora vuelvo.

Y se fue a paso rápido y se encerró en su habitación junto al pelinegro.

— Es tu turno.— dijo el mayor, confundiendo mucho más al pelinegro.— Ponte el collar y toca la puerta.— explicó.

— Pero su ami...

— Jimin, encerio, no sé cómo es que puedes ser tan inocente.— dijo soltando un pequeño suspiro.— Tu eres ese amigo del que hablé.— el menor formó una "o" con sus labios mientras asentía.

— Ya le entendí Hyung.— dijo feliz el menor.

— Muy bien... ¿Ya sabes qué tienes qué hacer?— preguntó y recibió una respuesta positiva por parte de Jimin.

— Salgo, me pongo el collar y tocó la puerta.— contestó.

— Exacto. Llegó la hora de actuar.— dijo y ambos salieron de la habitación.

Jimin fue hacia la puerta y Jungkook hacia la cocina. A los pocos segundos la puerta fue tocada y Jungkook se paró para poder ir y abrir.

— Debe ser él.— dijo y pudo ver una sonrisa en el rostro de sus padres.

Se dirigió a la puerta y vió a Jimin, lo dejo entrar rápidamente y le susurró un solo sé tú mismo y se adentraron a la cocina.

— M-mucho gusto, me llamo Jimin.— dijo un poco nervioso.

¿ME ENAMORÉ DE MI... CUPIDO?