Muérdago

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La cena no pudo ser más vergonzosa para Jungkook quién pensaba que sería una cena tranquila .

Pero no espero que su madre le preguntase a Jimin si era su novio o si estaba dispuesto a serlo.

O cuando su padre conta una reveladora historia de su hijo, lo cual, causó que el cobrizo se metiera debajo de la mesa por la vergüenza que tenía.

Al parecer su padre, un día cuando regreso del trabajo. Encontro el celular de Jungkook en la cocina, y como buen padre que respeta la privacidad de su hijo, no lo tocó. Claro, no lo hubiese tocado de no ser porque accidentalmente lo hizo caer

Y cuando lo recogió, no pudo quedar más sorprendido con lo que vió en este, pues el teléfono estaba encendido y estaba reproducción un vídeo... Algo subido de tono.

La historia se le hizo muy cómica, entre más para su madre, y se sorprendió al ver que Jimin entendía a lo que su padre se refería con subido de tono.

Pero bueno, evitando la vergüenza que le hicieron pasar sus padres, la cena fue linda, entre más porque pudo ver y escuchar la hermosa risa de su pequeño cupido.

Aún no sabe que es lo que siente por el pelinegro, solo sabe que, cada vez que mira sus labios, le dan unas inmensas ganas de volver a besarlo.

Ahora se encontraban en el patio trasero de la casa, faltaban tan solo cinco minutos para las doce, para navidad.

Sería la primera navidad de Jimin, el nunca había visto algo así, y le emocionaba la idea.

— Hyung, tengo sed.— comentó el pelinegro con un puchero mientras miraba al mayor— ¿Puedo traerme algo de agua?

— Claro, pero te acompaño.— dijo y ambos volvieron a entrar a la casa.

Al entrar a la cocina Jungkook le sirvió algo de agua en un pequeño vaso

— Gracias Hyung.— dijo con una sonrisa el menor después de haber tomado el líquido.

— No hay de que Jiminie...— le contestó sonriente, sin percatarse de lo que había dicho.

Pero se dió cuenta de eso cuando vio que las mejillas del menor se tornaron de un color carmesí.

Quiso arrepentirse pero no lo hizo, porque sabía que terminaría diciendo alguna otra estupideces que terminaria hiriendo al menor, y también porque el sonido de fuego artificiales se hizo presente.

Jungkook tomo la mano de SooBin, y en vez de ir hacia el patio fue hacia la puerta principal y la abrio

— De acá es mejor.— comentó mirando el cielo bañado en luces.

— Wow... Es, hermoso.— dijo con una gran sonrisa, y de la nada soltó una pequeña risa.— Hyung, estamos parados sobre eso.— señaló arriba de ellos.

El cobrizo alzó la mirada, y vio el muérdago que anteriormente Jimin había puesto

— Se llama muérdago.— dijo y miro nuevamente al menor— ¿Sabes qué pasa cuando dos personas se paran bajo uno?— preguntó, acercándose de manera lenta hacia el pelinegro.

— N-no...— contestó en un susurro.

Sintió las manos del cobrizo tomar delicadamente su cintura y atrayendolo a él, sus manos se posaron sobre el pecho del mayor y la distancia entre sus labios era la más mínima, tanto que podían sentir sus labios rozar.

— Tienen que darse un beso.— susurró sobre sus labios, y mirándolo a los ojos, pidiendo permiso para realizar la dichosa acción.

El menor tan solo hizo un leve asentimiento y eso bastó para que Jungkook cortara la distancia entre ellos, uniendo sus labios en un cálido y tierno beso.

"Bendito muérdago" pensó el mayor.

¿ME ENAMORÉ DE MI... CUPIDO?

¿𝐌𝐄 𝐄𝐍𝐀𝐌𝐎𝐑𝐄́ 𝐃𝐄 𝐌𝐈... 𝐂𝐔𝐏𝐈𝐃𝐎? ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora