𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐎𝐏𝐀𝐓𝐇𝐘 || 𝗦𝗮𝗻𝘇𝘂 𝗛𝗮𝗿𝘂𝗰𝗵𝗶𝘆𝗼

𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

𝐋𝐢𝐚 (𝟐𝟎𝟎𝟓) ║

La vida prepara muchas sorpresas, ya sean buenas, ya sean malas, pero para mi, cada una que me llegaba, me hacía sufrir demasiado, como si en mi vida pasada hubiera echo algo malo.

Y por esa razón, estoy yo aquí, gritándole a Sanzu con todo mi alma, las lágrimas brotaban de mis ojos, mientras el chico solo miraba el suelo.

—Quien te crees?!—pregunte, gritando, estábamos delante de mi casa, después de haber pasado los últimos días juntos, el ya tenía que irse a casa, en cambio, estuvo ocultando un pequeño detalle, el echo que se iba de la ToMan para unirse a Tenjiku.

—De verdad nos vas a traicionar a todos solo por las Idioteces que se le ocurren hacer a Muto?! Acaso eres un puto perro faldero?—dije, el chico ni se inmutó, se le veía enfadado, demasiado para decir la verdad.

—Cállate Lía, sabes que siempre seguiré a Muto en sus decisiones, así que no te metas en mis asuntos-dijo el, dándose la vuelta para empezar a caminar.

—Y yo que?! Acaso todo lo que pasamos juntos para ti no fue nada? Acaso nunca me amaste como decías?—pregunte, bajando mi tono, mi voz empezaba a ser entrecortada, tenia otra vez ganas de llorar.

—No, simplemente fuiste un juego para mi, solo quería usarte para divertirme un rato, como aquel día donde nos besamos en la cocina, pero no quisiste nada, así que no le veo el motivo de seguir contigo, estaba junto a ti por lastima—termino de decir, empezando a caminar otra vez hacia su moto, pude ver como se subía, dándome una ultima mirada antes de irse.

Me quede en aquel jugar devastada, sin entender como habíamos llegado a aquel punto.

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—Me alegro que te quedes, sabes que a mi abuela está feliz con que vengas a visitarnos—dije con una sonrisa, abriendo la puerta para que Sanzu pueda pasar.

—No es nada, lamento más molestias, pero realmente quería verte—dijo, acercándose a mi en un abrazo, apoyando su cabeza en mi hombro, sonreí acariciando su cabello.

—Sabes que amo que te quedes conmigo y podamos pasar tiempo juntos, te apetece hacer algunas galletas?—propuse, alejándome del abrazo, para agarrarlo de las manos.

—Claro, mientras no acabe todo manchado por tu culpa—respondió, con su característica sonrisa de ojos, aproveché para quitarle la mascarilla, guardándola en mi bolsillo, y empecé a caminar junto al chico a la cocina.

Preparar comida era lo que más me gustaba hacer, poner música a todo volumen, cantar, y hacer un delicioso postre.

—Sanzu, mira el horno se nos va a quemar!—grite, mientras terminaba de hacer un chocolate caliente para beber junto a las galletas.

El chico corrió hacia el horno, para poder mirar cómo iba, pero por culpa de haber limpiado el suelo por lo sucio que estaba, el chico se cayó al dar la vuelta en la esquina de la cocina.

—No puede ser, Sanzu—empece a reír a más no poder, agarrándome de la barra de la cocina para no caer yo también, pero por la risa causada, saben ese momento en el que algo da tanta gracia que les cuesta hasta caminar recto? Pues es lo que me acababa de pasar.

—Deja de reírte Lia, creo que me la partí la espalda en dos—dijo el chico, sentándose, pero al verme en ese estado dejó de estar enfadado, empezando a reír el también.

Me acerqué a él quitándome una lágrima del ojo, extendiendo mi mano para que se pudiera levantar, pero el al agarrarla, me tiro también, haciéndome caer también. El chico empezó a reír más fuerte al ver mi cara de sorpresa y luego de enojo, pero a fin de cuentas era justo, yo también me había reído de él.