𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐔𝐍𝐎

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𝐒𝐚𝐧𝐳𝐮 𝟐𝟎𝟏𝟕 ║

Mis manos volvieron a subir a su cuerpo, acariciando su cintura hasta llegar a su estómago, metiendo mis manos por dentro de su camisa, el tacto de mis dedos fríos y su piel cálida le provocaba escalofríos, podía sentirlo, siempre sentía lo mismo ...

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Mis manos volvieron a subir a su cuerpo, acariciando su cintura hasta llegar a su estómago, metiendo mis manos por dentro de su camisa, el tacto de mis dedos fríos y su piel cálida le provocaba escalofríos, podía sentirlo, siempre sentía lo mismo que ella.

—Habrá alguna noche de todas las que estaremos juntos donde me dejen en paz?—preguntó ella, apoyando sus manos sobre mis brazos, los clase se iban inclinando a medida que mis manos subían por su cuerpo.

—Quizás si..quizás no, quien sabe—respondí, mis manos tocando finalmente sus pechos, escuché sus suspiros suaves, casi inaudibles, mientras mis manos se movían libremente.

Amaba la sensación de tenerla así, baje mis manos nuevamente a su cintura, atrayéndola a mi cuerpo, me senté en la cama, sentándola sobre mi de forma brusca, dándome la espalda.

Desabroche los primeros 4 botones, dejando el espacio justo donde sus pechos puedan estar descubiertos, veía a través del espejo sus reacciones, cerrando los ojos por el placer de ser tocada, no podía negarse a mí, ella lo sabía bastante bien por mucho que diga lo contrario.

Mis dedos pellizcaron sus pezones, haciéndola gemir, sentía como mi miembro empezaba a endurecerse debajo de ella, sus caderas de movieron lentamente, haciendo ficción.

—Joder Lia..dices que no pero mírate, solo con esos movimientos puedo saber que estás desesperada por tenerme ya dentro de ti.

Me moví un poco, dejando que los dos estuviésemos en la cama, apoyé mi mano en su espalda, haciendo que su cuerpo quedara pegado contra el colchón, mientras que sus piernas estaban levemente levantadas al igual que su cadera.

—No seas brusco..—la escuche hablar, mientras le quitaba los pantalones de un movimiento al igual que las bragas, solté una pequeña risa, viendo lo sonrojada que se veía su cara, definitivamente iba a comprar un espejo pero para pegarlo en el techo y verla de todas las formas.

—No soy brusco, cariño, eres tú que por tu culpa no me puedo controlar..—respondí, me quite la corbata, desabrochando mi camisa, me estaba dando demasiada calor, mis manos fueron directamente a mi cinturón, bajando mis pantalones hasta mis rodillas al igual que el bóxer, observando la entrada húmeda de la chica.

Pase mi mano por su intimidad, sintiendo lo mojada que estaba, tenía más que claro que podía entrar en ella de solo un movimiento, mi mano fue a mi miembro, masturbandolo un poco, antes de colocarlo en su entrada, jugando un poco con sus nervios.

—Sanzu..—gimoteó, viendo como sus manos se cerraban fuertemente apretando las sábanas.

—No mi amor, Haru para ti—respondí, odiaba mi nombre, pero aquel lindo apodo que ella me puso se me hacía tan dulce, no podía simplemente escucharla decirme Sanzu.

—No me hagas esto..—sentí sus caderas moviéndose contra mi miembro, con intenciones de meterlo ella misma, mi mano fue directa a su trasero, dándole un sonoro golpe.

𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐎𝐏𝐀𝐓𝐇𝐘 || 𝗦𝗮𝗻𝘇𝘂 𝗛𝗮𝗿𝘂𝗰𝗵𝗶𝘆𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora