╚≫𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗣𝘀𝘆𝗰𝗵𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 ║𝗦𝗮𝗻𝘇𝘂 𝗛𝗮𝗿𝘂𝗰𝗵𝗶𝘆𝗼. 𝗘𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗧𝗼𝗺𝗮𝗻 𝘆 𝗕𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻
╰─➢Dos personas, juntadas de manera remota por el universo cada ciertos años, conocidos desde hace tanto tiempo, pero sólo...
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—Estarás conmigo, te quedarás conmigo verdad?—pregunto, acariciando mi mejilla, su mano estaba fría, erizándome la piel.
—Si..si me quedaré contigo—respondí, tenía una mezcla muy fuerte de emociones, tenia ganas de salir corriendo de aquí, pero por otra parte, me quedaría con el y haría lo que fuese, ni yo misma me entendía.
Vi como una sonrisa aparecía en su rostro, acercándose a mi de forma muy rápida, dejando un brusco beso en mis labios. Sus manos se posaron en mi cintura, acaricaidnola lentamente, sabía que mi punto de nervios era esa zona, estaba segura que si.
Era brusco, o más bien desesperado en cierta parte, podía sentir sus ganas a kilómetros, y mi mente estaba en blanco en este momento, se separó de mi, viendo como echaba la silla del coche hacia atrás, me pude dar cuenta de sus intenciónes, así que sin perder tiempo me desabroché el cinturón, pasándome a su asiento, o mas bien sobre el.
Sus manos se posaron sobre mi trasero, apretándolo levemente, me hizo levantarme un poco, acomonandome mejor sobre el. Deje mis manos sobre sus hombros, sus ojos estaban posados sobre mi. Ninguno de nosotros decíamos algo, vi como sonreía, sacando la lengua, pude entender porque no hablaba.
—No pensarás que..—dije, viendo la pastilla que tenia, subió una de sus manos a mi nuca, acariciandola, antes de juntarme otra vez en un beso, el imbecil intentaba derogarme con la pastilla. El sabia bien que no pensaba tener relaciones ahora y menos en estas condiciones.
Pero solté un suspiro, puse mis manos en su pecho, tratando de alejarme de él al sentir su lengua entrar en mi boca junto a la pastilla, pero no podía, me agarro de tal forma en la que no me podia mover, sentía incluso la pastilla disolverse en mi boca, nunca me había drogado, y no sabía lo que me podría pasar o lo que haría conmigo luego.
Cerré los ojos, sentía demasiada adrenalina, este chico era como las montañas rusas, siempre tenía alguna cosa que sorprendía si no lo conocías de memoria. Se inclinó un poco, acabando con la espalda contra el volante del coche, me la trague, odiaba el sabor de las pastillas, me hacían sentirme mal, pero esta, me estaba relajando.
Se separó del beso, se quedó mirando mi abdomen, donde en los costados estaban sus manos, acariciando la zona sin vergüenza alguna.
─Sanzu..nos va a ver alguien.─dije, tratando de quitarme de aquella pose, pero su agarre se puso fuerte, al girar mi cabeza lo ví mirarme fijamente.
─Nadie lo hará, linda, menos aquí, y si llega a pasar, le voy a sacar los ojos, por atreverse a mirar a mi mujer. El que avisa no es traidor.
Sus palabras sonaban tan serias, dándome cuenta que realmente lo último no lo decía de broma, lo decía de advertencia.
─Lo prometes?
─Lo prometo, linda─respondio, acercándose para volver a darme un beso, esta vez no fue tan brusco, fue más relajado, sentí sus manos en el pliegue de mi sujetador, jugando con el entre sus dedos, antes de abrirlo como si nada.