Dos personas, juntadas de manera remota por el universo cada ciertos años, conocidos desde hace tanto tiempo, pero sólo uno de ellos sabe realmente todo sobre el otro, suena tan romántico como perturbador a la vez.
"Porque simplemente no me dejas i...
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Vi como su rostro se acercaba a mis pechos, entendí rápidamente lo que iba a hacer, intenté moverme, pero me tenía inmovilizada, era más fuerte que yo, estaba claro.
─Sanzu no...
─Callate, llevo esperando momentos como estos desde hace más de 12 años para que me digas que no sólo por vergüenza.
No me atreví a hablar, un suspiro salió de mis labios al sentir como empezaba a dejar besos por mi cuello, bajando lentamente hacia mis pechos, su agarre en mis muñecas no cesaba, y me desesperaba no poder moverme, ni siquiera poder apartarlo.
Sentia sus besos por encima de los moretones que tenía, pasando su lengua también, no podía negar que era una sensación inigualable, mi punto sensible siempre habían sido mis pechos, y el se aprovechaba de eso.
─ Mañana iremos a que te tomen las medidas, quiero tenerlas exactas para cualquier cosa que mande a hacer para ti.
Dijo, vi como levantó la vista para mirarme, pero luego la volvió a bajar.
─Mitsuys las tiene..le podrias preguntar a el.
Dije sin pensarlo mucho, vi como su rostro se ponia más serio, su mano soltó mi agarre, sintiendo como me levantaba con facilidad.
─Con que Mitsuya eh? Acaso ese desgraciado vio a mi mujer desnuda? Te juro que le voy a arrancar los ojos la próxima vez que lo vea.
Rodee mis piernas en su cintura casi de inmediato cuando me levantó, por alguna razón no me quería apartar de el.
─Haru..el solo hacia su trabajo, y no, no estuve desnuda delante de él, pero el era quien diseñaba mis trajes para los desfiles de moda.
─Entiendo..igualmente no pienso soltarte, pienso dejarte tales marcas en el pecho que las tendrás por unos buenos días.
Caminó conmigo hasta la cama, donde acabó sentándose primero, y a mí dejándome sobre su regazo.
Mis manos fueron a su rostro, levantandolo un poco para observarlo, su mirada se veía de cierta forma algo vacía cuando estaba completamente sobrio, aun teniendo un pequeño brillo.
─No me negaras que te gusta verdad? Me dejarás tocar tu cuerpo como yo quiera no? Tenemos todo el día y no hay prisa..
Dijo, sentí como una de su mano se posaba en mi cintura, atrayendo mi cuerpo casi desnudo hacia el, mis pechos quedaron a pocos centímetros de su rostro, mirándolo desde arriba, me daba algo de vergüenza.
Su rostro en cambio de veía completamente diferente, tenía una sonrisa digamos que algo perturbadora para alguien que quizás no lo conociera, pero sabia que estaba feliz, definitivamente lo estaba porque me estaba comiendo con la mirada.
─Lia..mi amor, no sabes el deseo que tengo de siempre sentir tu cuerpo junto al mio, poder tocar tus pechos y jugar con ellos cada que tenga oportunidad.
