Dos personas, juntadas de manera remota por el universo cada ciertos años, conocidos desde hace tanto tiempo, pero sólo uno de ellos sabe realmente todo sobre el otro, suena tan romántico como perturbador a la vez.
"Porque simplemente no me dejas i...
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El camino fue tranquilo, llegando finalmente a la reunión, Manjiro estaba en su oficina, con varios guardias alrededor de toda la habitación, nos acercamos a él, estando los 4 de pie, Koko y Kakucho ya estaban allí, al igual que Takeomi y Mochi, hacía mucho tiempo que no los veía en realidad, así que pensaba en hablar un rato con ellos.
Fue algo gracioso verles la cara, después de todo ninguno de los 4 sabía que estaba involucrada en todo esto, apenas la noche anterior había podido conocer de forma 'oficial' a los Haitani, y uno de ellos ya me hacía pasar malos ratos.
-Lía?-vi a Koko acercarse a mí, mirándome de cierta forma, extrañado si se le podía decir así.
-Koko..que tal estás? Todo bien?-pregunté con una sonrisa algo tímida, el me miró de arriba a abajo, me miré yo también a mi misma, viendo que seguía llevando esa ropa horrenda que me dio Sanzu.
-¿Te trajeron aquí a la fuerza? Que se supone que haces en este lugar, si sabes lo de las noti-dijo, lo interrumpí, para que dejara de hablar, estaba harta de escuchar eso.
-No, no me secuestraron..bueno si quizás sí-respondí, dejamos de hablar al ver como Manjiro nos miraba fijamente, soltando un suspiro de frustración.
-Debido a que esto no funcionó a causa de Sanzu, les quiero presentar a Lia como la mujer encargada de las misiones secretas que estuvieron pasando en la organización, no hace falta decir más, de todas formas sabéis quien es, y ella sabe quienes sois desde hace años.
-Los 4 chicos me miraron fijamente, Kakucho movió un poco la mano en forma de saludo, le respondí igual, mirando por unos segundos el suelo esperando a que Manjiro hablara nuevamente.
-Una mujer? Pensé que los noticieros se habían equivocado, ¿Qué hace una modelo aquí? No es como si sirviera de mucho, solo los seduce y luego acaba con ellos-oh dios, eso fue lo más horrible que me dijeron en mi vida.
Me giré horrorizada al escuchar eso, viendo como había sido Takeomi el que había hablado, Sanzu ya tenía la mano por encima de su pistola la cual estaba guardada en su cadera, puse una mano sobre su hombro, agarrando su arma y me acerqué a él.
-Estás seguro de lo que acabas de decir, desgraciado de mierda? Esta modelo te puede meter esta pistola ahora mismo por la boca y hacerle desaparecer de la faz de la tierra
Mi brazo se movió rápidamente a su cuello, echándolo hacia delante para darle un golpe en el estómago con la rodilla, haciendo que se agache de dolor.
-Vuelve a decir una tontería como esta y la próxima cosa que te golpeará en el estómago será esta pistola, no te conviene ser disparado verdad? Porque te juro que lo haré de tal forma en la que en lugar de que mueras te quedarás ahí agonizando.
Lo solté bruscamente, viendo como apoyaba una mano en la pared para aguantar el equilibrio, hijo de puta, nunca nadie me podrá dar motivos para que me agrade este hombre.
