Dos personas, juntadas de manera remota por el universo cada ciertos años, conocidos desde hace tanto tiempo, pero sólo uno de ellos sabe realmente todo sobre el otro, suena tan romántico como perturbador a la vez.
"Porque simplemente no me dejas i...
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Para resumir, ni el, ni yo, ni Emma pudimos averiguar quien había sido el que puso todo eso, cosa que me frustró aún más, quizá de cierta forma tenía la esperanza de que reconocieran la letra y sea alguien que conocemos, pero para mi mala suerte no pasó eso.
—Lia, lamento decirte que oficialmente tienes a un loquito detrás tuyo, porque un admirador secreto no suele dejar notas firmadas como 'el infierno mismo' o ni idea, nunca tuve un admirador.—Dijo Manjiro, de forma que se notaba su tono burlesco, mire de mala manera al chico, ya que para mi no era nada gracioso que me estuvieran pasando estas cosas.
—Si, muchas gracias por tu fenomenal ayuda, mejor me hubiera quedado en mi casa—respondí molesta, viendo como no le tomaba importancia y solo comía como si nada.
—Ya Lia, sabes como es el imbecil de mi hermano, pero no te preocupes, quizá fue solo una simple broma o si realmente alguien te lo mando, quiso ponerle un nombre más gracioso.—hablo Emma tratando de sacar la tensión.
—Lo se, y lo entiendo, pero que clase de persona mira a alguien por las noches, despertándose y todo lo demás, porque no dudo de que lo haga echo desde la madrugada.
—Quien sabe, quizás si sea cierto, pero esta noche trata de cerrar las cortinas, y con suerte, no te volverán a mirar.
Propuso Mikey, nos giramos las dos para mirarlo, quizás no fuese tan tonto después de todo.
—Está bien..iré un rato al hospital, quiero ver si Baji se encuentra bien—dije, levantándome de la cama, Manjiro no dijo nada, simplemente asintió con la cabeza, mientras que Emma también se levantaba para acompañarme.
—Espero y encuentres al responsable..mándale saludos a la madre de Baji si sigue en el hospital, ya sabes, a estas horas siempre suele ir.—asentí con la cabeza, mirando la hora en mi teléfono, viendo que ya eran las 5 de la tarde, realmente se me había pasado el tiempo muy rápido.
Me despedí de los dos, saliendo de su casa y subiéndome a mi moto, para poder ir al hospital.
En cambio justo antes de arrancar, pude ver a lo lejos a un chico caminando, por la mascarilla y aquel pelo largo pude darme cuenta de forma rápida de quien se trataba.
—Sanzu!—gire, haciendo que el chico se girara para mirarme, casi al instante de acercó a mi, tenía esa costumbre de caminar rápido, o eso pensaba yo cada que lo veía ir por la calle.
—Hacía donde vas? Que hacías en casa de Manjiro?—pregunto directamente, solo pude sonreír con cierta gracia, siempre me hacía millones de preguntas a la vez.
Conocía a Haruchiyo desde la infancia, por la misma razón que a Baji, porque lo veía en casa de Mikey junto a sus hermanos, en cambio nunca se quiso acercar a mi en ese entonces, era como si me evitase, pero cuando me uní a la pandilla me dejó unirme a su división, compartiendo el puesto de vice-capitán conmigo.
