╚≫𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗣𝘀𝘆𝗰𝗵𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 ║𝗦𝗮𝗻𝘇𝘂 𝗛𝗮𝗿𝘂𝗰𝗵𝗶𝘆𝗼. 𝗘𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗧𝗼𝗺𝗮𝗻 𝘆 𝗕𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻
╰─➢Dos personas, juntadas de manera remota por el universo cada ciertos años, conocidos desde hace tanto tiempo, pero sólo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐌e desperté con un dolor de cuerpo horrible, el echo de que el chico durmiera sobre mi hizo que mi cuerpo se sintiera adolorido, mis ojos se acostumbraron un poco a la luz, al mover mis manos senti como aquellas cadenas ya no estaban en mis manos, agradeci a Dios por aquello, no me había abandonado del todo.
Pude ver cómo Sanzu ya no estaba en la habitación, me levanté de la cama, mirando a mi alrededor, de día la habitación no daba tanto miedo, me dolian los pies por haber estado incluso con los tacones puestos por culpa de Sanzu.
Se los iba a tirar a la cabeza al desgraciado.
Me quité los tacones, tirandolos por alguna parte de la habitación, y subí un poco el vestido, ya que era algo largo y me iba a tropezar con el, para mi sorpresa la puerta no estaba cerrada, así que pude salir tranquilamente.
Caminé por un buen rato, entrando a cada habitación que veía a mi paso, la casa del chico era realmente enorme, tenía que suponerlo, después de todo tenía un rango más alto que yo en la organización.
Después de lo que me pareció una eternidad encontré el salón de la casa, caminando un poco por el lugar, las paredes eran negras, con un suelo de madera, tenía un diseño realmente elegante con una ventana que cubría casi una pared entera, dando acceso al jardín, entraba una luz natural preciosa.
Gire un poco mi cuerpo, me asusté al tener a Sanzu delante mia, ya que no lo había escuchado acercarse a mi.
─Ah! De donde sales? Ni siquiera te escuche acercarte..
─Ven, estaba preparando el desayuno, luego te traere algo de ropa para que te puedas cambiar─dijo, ignorando mi pregunta, realmente sentía que este hombre vivía en otro planeta, como si sus acciones fueran las cosas más normales que alguien pudiera hacer.
Caminé junto a él hasta la cocina, era bastante grande igual, me senté en uno se los asientos que habían, observando como el chico estaba de espaldas a mi sin decir nada, mientras cocinaba.
No pude evitar recordar aquel último día que nos separó por completo, aunque fuese hace 12 años, es como si viera a su yo de joven reflejado, debatiendo consigo mismo de como se hacía aquella masa para las galletas.
Odiaba ponerme a pensar en estas cosas, pero simplemente volver a estar con el, y verlo tan relajado con mi presencia como si nada, es como si me transportara a mi adolescencia, donde éramos solo unos críos sin entender cómo amar.
Yo lo empezaba a entender, entender que los sentimientos que tenía por el eran más grandes que el miedo y el odio que sentía ahora mismo, por el echo de todo lo que me habia echo en el pasado y ahora.
En cambio, el aún no sabía cómo amar, podía sentirlo, o más bien ver, estaba segura que el si me amaba también, su obsesión me lo podía decir, pero en no sabía cómo hacerlo adecuadamente, y era lo que me perturbaba.