Capítulo 44 ~ Quiéreme como sólo tú sabes hacerlo ~

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Al día siguiente los rayos de luz entrando por la ventana me despertaron. Traté de recordar como habían terminado las cosas anoche, pero nada venía a mi memoria. Podía sentir mi piel haciendo contacto directamente con las sábanas, así que supuse que estaría completamente desnuda. En eso, caí en cuenta de que acababa de pasar mi "noche de bodas" con Nick y de que anoche habíamos hecho el amor y terminamos durmiendo en la misma cama. 

Era la primera vez que me quedaba a dormir con alguien por el cual sentía algo, y, después de hacerlo. 

Era la primera vez que alguien me tocaba como Nick lo hizo, así de delicadamente; que me miraban de manera diferente, llegando incluso a penetrar lo más profundo de mi ser. Por primera vez, me percaté que lo de anoche no fue solo sexo, fue algo más. Hubo algo diferente en la forma en que él lo hizo, pude sentir que habían sentimientos de por medio. Había un toque de delicadeza y pasión singular en ello. 

Recordé la forma en que él examinó detenidamente mi cuerpo, como se detenía a admirar cada parte de él, como estudió cada uno de mis gestos, como sus caricias eran suaves, pero, a la vez, lograban erizar mi piel, como nuestras miradas conectaban en todos los sentidos posibles y a otro nivel, y como acercaba su cuerpo al mío para que nuestras pieles se rozaran y para pegarme más a él. 

Él se enfocó en hacerme sentir en las nubes, en que yo lo disfrutara y sintiera absoluto placer. Él se deleitó en darme placer y en ver lo mucho que yo lo disfrutaba. Siento que, por primera vez, alguien me vió así; que alguien logró leer cada uno de mis pensamientos y descifrar exactamente lo que quería. Definitivamente, lo que hicimos anoche, es algo que yo no puedo explicar. Simplemente, anoche fue especial.

No pude evitar sonreír y luego morderme mi labio inferior al recordar todo lo que habíamos hecho anoche, pero, entonces, empezaron a surgir mis miedos y desconfianza de que, al darme la vuelta, él ya no estuviera allí. Así que, en ese instante, giré rápidamente hacia el otro lado de la cama, donde se supone que estuviera Nick.

- Buenos días!- exclamó Nick inclinado y volteado hacia donde mí, dándome una sonrisa pícara y con su mirada fija en mí.

- Bu-Buenos días. - respondí sorprendida y desconcertada - ¿Qué estas haciendo?

- Solo quería asegurarme que al despertar, mi esposa todavía siguiera allí. - respondió poniendo un mechón de cabello detrás de mi oreja y yo reí apenada. - Espero que no estuvieras pensando en hacerlo. 

- Me atrapaste. - bromeé mientras empezaba a juguetear con mis dedos en su pecho. - Pero, para ser justos, yo estaba pensando lo mismo de ti.

- Pues, puedes estarte tranquila porque, no me iré a ninguna parte. - y me tomó del mentón para plantarme un ligero beso en los labios. - O puede que sí, ya que tenemos un avión que tomar.

- Cierto...

- Pero, antes... quisiera saber, ¿por qué estabas suspirando y por qué te mordiste los labios?

- ¿¡Me estabas espiando!? - reclamé mientras sentía arder mis mejillas 

- Yo pregunté primero. - rectificó

- Bien... - respondí resignada - Solo, estaba recordando lo bueno que estuvo anoche.

- ¿Ah sí? ¿Dirías que es el mejor sexo que has tenido?- preguntó pícaramente 

- Por favor, que no se te suba a la cabeza.

- ¿¡Así que no fue el mejor sexo que hayas tenido!?- exclamó ofendido

- Nunca dije eso.

- ¿¿Entonces?? No me digas que aún tienes dudas de ello. Porque, sí es así, yo te puedo ayudar a aclararlas.- afirmó acercándose a mí seductoramente y empezándome a besar, a lo cual, no me resistir. Nos empezamos a besar lentamente, y yo acaricié con mis manos su rostro, a la misma vez que sentía como él llevaba su mano a mi cadera y empezaba a acariciar mis curvas. Sentía como la tensión iba subiendo entre nosotros.

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