TORMENTA DE SOMBRAS es una historia apasionante de amor, dolor y autodescubrimiento. Emma, marcada por una pérdida devastadora, se enfrenta a su propio tormento interior mientras lucha por seguir adelante en su vida y en su trabajo. Sin embargo, su...
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Llegamos al fin al edificio de Max, Keira se mete al aparcamiento, respiro hondo para hacer ejercicios de relajación, ella me mira y me da la mano, estoy muy nerviosa, no sé por qué, pero quizá esto no sea buena idea... sé que debemos hablar, pero ni siquiera a tomado una de mis llamadas o contestado alguno de mis mensajes, quizá no es el momento, con Keira nos miramos y ella niega con la cabeza como si leyera mi mente, ambas sonreímos.
—Ya estamos aquí — comento y asiente — Ya que ¿No?
—Vamos — asiento.
Me acompaña por el ascensor junto con pita, llevo la tarjeta de Max en mi mano y las llaves del departamento de Boston en mi bolsillo, si las cosas no salen bien, claramente debo entregarle lo que me obsequio, no estaría bien conservarlo, sería doloroso verlo. Se abren las puertas del ascensor y doy gracias por no toparnos con Alex, llegamos al piso de Max y caminamos por el pasillo hasta llegar a su puerta, miro a Keira y pongo la tarjeta en el lector, la puerta se abre y siento un alto grado de adrenalina recorriéndome, estoy muy pero muy nerviosa. Entramos y su casa esta perfectamente ordenada como siempre, no se observa ni un cambio en cuanto a la vez anterior.
—Todo se ve igual, ¿No crees? — pregunta Keira y asiento.
—Quizá no a vuelto — comento.
—Es una opción... tocará buscarlo.
Buscamos en la terraza y cocina, pero es obvio que nadie a estado por aquí, siento algo de decepción, la observo y me encojo de hombros.
—Veré si está en su habitación — digo y Keira asiente.
—Te acompaño, esperare afuera, si escucho algo incomodo me iré — nos reímos.
—Estás loca — afirmo y se ríe.
Caminamos a su habitación, me acomodo el cabello hacia la derecha, mientras respiro hondo, en mi vida había hecho tantos esfuerzos por hablar con alguien... Aunque ahora que lo pienso, creo que sí una sola vez en la universidad, pongo los ojos en blanco al recordar el fracaso que fue esa vez.
Cuando estoy frente a la puerta comienzo con mis frases motivacionales, vamos Emma es tu momento, tu puedes, tranquila, toco la puerta, pero nadie responde, Maldición, ¿enserio aún no regresa?, Keira me toma la mano y la aprieta en señal de animo, le sonrío y abro.
Esta todo obscuro, pero poco a poco mis ojos se acostumbran y comienzo a ver un poco mas, cierro la puerta dándole la ultima sonrisa a Keira. Camino lento, nerviosa, no sé que diré, no lo ensaye muy bien, respiro hondo y siento que mis manos sudan, doy otro paso y ya puedo ver su habitación con mas claridad, ropa por todas parte, sus libros en el suelo... nada cambio desde ayer, de pronto noto algo diferente, mis ojos encuentran un vestido y un brasier, siento que mi respiración se corta, no puedo dejar de mirar esas prendas, eso no estaba...