⚡Max Ricci : Socio

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Cuando entro a mi habitación, se agolpan los recuerdos de hoy en la mañana, tomo el celular de Emma que esta en la mesa y me siento, tiene nuestra foto de fondo, reviso los mensajes y leo los que le a enviado Alex... 

Es un maldito infeliz, cierro los ojos, siento una ira inmensa, no puedo creer que sea mi hermano,  lo lastimé, arruine su relación, pero debía herirme a mi, no a ella. Sé que me equivoque en el pasado, pero esto supera todo, nadie, absolutamente nadie merece que le hagan algo que no quiere, nadie debe pasar por una situación así, quizá fui quien ataco de una manera asquerosa, pero aún así esto no tiene limites.

No puedo dormir aquí, pido que ordenen la habitación y que muevan mis cosas a otra. tengo unas ganas inmensas de saber de Emma, decido llamar a Keira para preguntarle, no soporto no saber si esta bien, ni siquiera sé donde se quedará, ¿habrá llegado?, la incertidumbre me desespera, marco y responde al cuarto tono.

—¿Hola? — mi corazón se detiene, es Emma...

—¿Nena? — corta.

Llame un millón de veces, pero siempre estaba apagado, escucharla fue un regalo, una luz dentro de esta oscuridad que me rodea, sonrío al recordar su sonrisa, como brillaban sus ojos cuando decía que me amaba, me miraba como siempre soñé, estoy roto, ahora estoy vacío, esto es desgarrador, corríamos el uno por el otro y ahora huyes de mi, necesitas tiempo, lo sé...al menos eso quiero creer, ¿Cómo es posible que lo haya destruido todo?, éramos felices, nos amábamos, nos amamos...

*****   *****

Los días comienzan a avanzar, decido esperar a que realice su curso, no quiero presionarla ni irrumpir en su vida, quiero esperar a que no este tan dolida, que me permita hablar y contarle que no me acosté con esa chica.

Cada día es mas difícil que el anterior y duele aun mas estar sin ella, poco a poco voy recordando esa maldita noche, efectivamente no cogí con esa mujer, pero si la toque y si la bese, mis manos y mis labios si la traicionaron, eso me devuelve todo el temor, ¿Me perdonará?, no quiero perder la esperanza, pero yo... yo no lo perdonaría. 

Siempre creí que ser director era todo lo que quería en la vida, hoy aquí en mi escritorio, veo que lo conseguí, ¿Pero a costa de qué?, obtuve lo que tanto quería pero sin Emma... sin ella no le encuentro ni un sentido, no logro disfrutarlo, ni siquiera quiero estar aquí, porque en lo único que puedo pensar o soñar es en que suene mi celular por un mensaje suyo diciendo que quieres verme, que te mueres por un abrazo, no pido más que eso, me haces tanta falta, ¿En algún momento esto mejorará?... 

Para intentar mantener mi cabeza ocupada e dedicado semanas en buscar a Alex, Gueil a encontrado varias pistas y todas se ubican en Italia, así que lleva tres días en ese país, mientras sigo a la espera de respuestas, lo quiero encontrar y matar a golpes, respiro hondo, sé que no es la solución, pero se lo merece,  un castigo gigante, siento la puerta de mi oficina y dirijo mi vista a ella.

—Hola guapo — dice Marie

—Hola, ¿Qué quieres? —  pregunto serio.

—¿Por qué tienes que ser tan mal humorado? — pregunta con tono infantil — Lina está preocupada, ¿Sabes lo mal que me llevo con tu hermana? — asiento — lo que significa que debes estar muy mal para que pida mi ayuda.

—No es necesario que hagas nada — digo y vuelvo a posar mis ojos en los informes de la empresa —  estoy trabajando.

—Se supone que soy ¿Que?, ¿Tu mejor amiga?

—No lo eres.

—Lo soy — se ríe — al menos soy la mujer que mejor te conoce, en todos los sentidos — sonríe con picardía.

Tormenta de sombras [ LIBRO 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora