OBSESIÓN (vol.1)

Capítulo 7

"el temor, sembrado por la obsesión del depredador vuelve a la presa su perfecta marioneta, aún cuando dicha presa intenta reprimir ese temor y buscar una forma de escape".

Nueva York 1950

Alex Addington

El frío metal de las esposas mordió mis muñecas mientras Danzel las ajustaba con deliberada lentitud. Como abogado, había visto estas mismas esposas en las muñecas de mis clientes cientos de veces, pero jamás imaginé que terminaría siendo yo quien las portara. La ironía de la situación no se me escapaba - ahora era yo quien necesitaba desesperadamente representación legal.

"Levántate, querido", ordenó Danzel, su voz teñida con esa falsa dulzura que me revolvía el estómago. "Es hora de ir a casa."

Casa. La palabra sonaba como una burla cruel. Mi verdadero hogar estaba a kilómetros de distancia, donde Isabelle probablemente estaría sentada junto al teléfono, esperando una llamada que nunca llegaría. El anillo de compromiso que había comprado para ella seguía escondido en el bolsillo interior de mi maletín, ahora probablemente guardado como evidencia en algún archivo del FBI.

Danzel me guió por los pasillos del edificio federal, su mano firmemente presionada contra mi espalda baja, un gesto que parecería cortés a cualquier observador casual pero que yo sentía como la marca de mi cautiverio. Cada agente que pasábamos me ignoraba deliberadamente - todos cómplices en este secuestro institucionalizado. En 1950, el FBI era intocable, y Danzel lo sabía.

"Tengo un auto esperando", murmuró en mi oído mientras salíamos por una puerta lateral. "Un Cadillac Series 62 del '49. Negro, elegante... digno de un futuro fiscal de distrito y su esposo."

Mi estómago se revolvió ante la mención de "esposo". Como abogado en los años 50, había visto la hipocresía de la sociedad de primera mano, pero esto... esto era una perversión de todo lo que consideraba sagrado. El matrimonio, la ley, la justicia - Danzel estaba corrompiendo cada uno de estos pilares.

El Cadillac esperaba en el callejón, tan negro y amenazante como el futuro que me aguardaba. Mientras Danzel me empujaba hacia el asiento trasero, mi mente de abogado evaluaba frenéticamente mis opciones. Gritar sería inútil - estábamos en propiedad federal y cualquier testigo asumiría que era un criminal siendo transportado. Intentar huir con las esposas sería igualmente fútil. Danzel había pensado en todo.

"¿Sabes? Siempre admiré tu mente legal", comentó Danzel mientras se deslizaba en el asiento junto a mí, mientras su chofer arrancaba el auto. "La forma en que manejas los casos, cómo encuentras lagunas en la ley... Es fascinante. Pero ahora esa brillante mente tuya trabajará exclusivamente para mí."

Mi entrenamiento legal me había enseñado a mantener la compostura en las situaciones más tensas, pero sentí que mi máscara profesional se agrietaba. "¿Y qué te hace pensar que cooperaré contigo?"

Danzel sonrió, esa sonrisa depredadora que había llegado a temer. "Porque, mi amor, he preparado un caso bastante convincente contra ti por actividades antiamericanas. Testimonios falsos, documentos fabricados, conexiones comunistas... todo perfectamente documentado. En estos tiempos de paranoia roja, ¿cuánto crees que tardaría un jurado en condenarte?"

Las implicaciones me golpearon como un mazo. En 1950, una acusación de simpatizante comunista era prácticamente una sentencia de muerte social. Mis años de práctica legal me habían mostrado cómo el miedo al comunismo estaba destruyendo vidas. Danzel había elegido el momento perfecto para su plan.

El auto serpenteaba por las calles de la ciudad, alejándome de todo lo que conocía. Observé las parejas que caminaban por las aceras, las familias que salían de las tiendas, la normalidad de sus vidas contrastando brutalmente con el horror de mi situación. En algún lugar de la ciudad, Isabelle estaría en su oficina en el bufete de abogados, quizás revisando los casos que debíamos presentar juntos la próxima semana. Mi Isabelle, brillante y determinada, una de las pocas mujeres abogadas en la ciudad. ¿Qué le diría Danzel sobre mi desaparición?