Capítulo 6

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Carla Walton

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Carla Walton.

Mi día ha sido muy tranquilo. Me han vestido con un vestido negro con encaje en las mangas, han recogido mi cabello de forma elegante. Me han dado mis vitaminas y he comido en la habitación del té. He merendado galletas ... Choco... Chocolate.

Y he comido, dije que almorcé. No llevo ninguna joyería, pero sí un vestido. Mi vestido es ¿blanco? No ... ¿Negro? Sí, negro. Y he almor...

—Señora, vamos para que se recueste, por favor.—me guía con mucho cuidado hasta la habitación. También me ayuda a cambiarme el vestido por un camisón negro, deshace el peinado y me deja acostarme en la cama, quedando envuelta en las cálidas sábanas.

—Gracias, Carla.—Bostezo, siento los ojos cansados y deseo dormir, mi mente está nublada.

—Soy Lara, señora.—Es lo último que escucho antes de caer rendida.

Un par de horas después, logro despertar del profundo sueño cuando Lara trae una bandeja con una sopa humeante y dos vasos, uno con jugo de naranja y el otro con agua, junto a dos pastillas verdes.

—Señora, debe comer.—dice, dejando la bandeja en la mesa y ayudándome a pararme para sentarme en la silla.

—¿Qué hora es?—pregunto, sentándome y mirando la sopa de verduras con pollo.

—Son las nueve menos cuarto.

—¿Tanto dormí?—pregunto un poco alarmada y me doy cuenta de que esto solo puede significar una cosa: me están drogando de nuevo. Pensé que luego de casarme no iba a suceder, pero ver que me equivoqué—¿Y esas?—Señaló las dos píldoras verdes, y mi criada solo asiente como respuesta que debo ingerirlas también.

Trato de calmar mi enojo mientras ingiero la sopa con sumo cuidado, ya que estos medicamentos me provocan vómito. Al terminar, tomo las pastillas y me dirijo de nuevo a la cama. Las píldoras me dejan muy cansada, como una pequeña muñeca sin baterías.

Cuando vuelvo a la conciencia, corro al baño a vomitar todo lo ingerido en el día, quedando con una sensación de vacío y ardor en el estómago. Siento un líquido bajar por mi nariz: es sangre. Es algo nuevo, nunca había sucedido esto con los medicamentos. Limpio mi nariz con el dorso de mi mano, pero el sangrado se hace más intenso. Trato de pararme para detenerlo, pero es imposible; mi cuerpo no tiene la fuerza para esa hazaña. Al final, logro caminar con tropiezos, la nariz sangrando y el camisón manchado de sangre porque me limpio con él. Camino muy despacio hasta la cómoda dónde está mi comunicador y pido ayuda antes de volver al baño a vomitar.

Un par de minutos después, viene Lara, y el mayordomo el señor O'Connor. Entre los dos me sientan en la tapa del escusado. Mi criada me prepara un baño caliente mientras escucho que el mayordomo se va para buscar al doctor y al señor Walton. Unos minutos después, me encuentro sumergida en la bañera, mientas Lara me da una taza de té para aliviar el malestar y coloca un gel nasal para detener el sangrado. Al final, logro disfrutar un poco del baño, y cuando me voy quedando dormida, Lara me ayuda a salir para vestirme y peinarme el cabello.

Romper el Sistema (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora