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Después de una mañana bastante movida , decidí contactar con Nissrin , ya que no supe más de ella desde que salí de casa esa noche que me ofrecí a ayudar a Amin .

Supe que si la escribía iba a tardar un buen rato en contestarme , por lo que pasé a la segunda opción, llamarla al telefono.

- ¡Holaa!- dijo ella animada al contestar , contagiándome esa energía positiva y dejando atrás el malestar que sentía después de la alterante discusión con Amin.

- ¡Holaa! ,llevo sin escucharte desde ayer ¿Qué tal todo ?- pregunté con curiosidad.

- Nada , como siempre y ya que lo dices ¿Te apetece vernos?- dijo adelantadose con iniciativa, sin añadir mucho más .

- Sii , justo era lo que te iba a preguntar. -dije junto a un par de carcajadas.

- Vente a casa y hacemos algo-dejó como petición y yo sin dudarlo acepté , ya que en estos momentos no me apetecía estar en casa sola ya que seguramente Hamza no se encontrase presente.

- En nada llego- dije despidiéndome y dando por terminada la llamada.

Al instante tomé camino a la casa de Nissrin .Hacía mucho que no la pisaba , era siempre ella la que solía venir a mí casa .Realmente no lograba entender como Nissrin no se aburría, tenía unos padres que no solían estar muy presentes ,nunca se habían replanteado ni siquiera darle un hermanito,causando que ella fuese la única que habitase en esa casa.

Aun así ella no había mostrado nunca ningún ápice de soledad , se encontraba rodeada de gente a  todas horas  , amaba estar en todo momento rodeada  . Yo sabía que era una amiga suya de la infancia, pero no era mucho más que eso , como un grano de arroz en una paella. Al final ser una persona sociable se basaba en eso , rodearse de gente, conocer muchas facetas , confiar en múltiples personas y escoger realmente quien te beneficia.

Al llegar a su casa, toqué el timbre rápidamente . La puerta se abrió instantáneamente , mostrando un interior del estilo moderno ,al adentrarme, la luz se reflejó por las grandes paredes de mármol ,que me cegaron un momentáneamente, dándole a la casa un toque muy contemporáneo. El espacio era amplio y luminoso, con un diseño minimalista que destacaba la elegancia del lugar.
Sin esperar mucho subí en ascensor hasta llegar a la puerta, antes de poder tocar noté como se encontraba entrecerrada, sin querer parecer maleducada , toqué la puerta y entré, sin olvidarme de decir el saludo.
"bismillah ,asalamu3alaykum wa la hawla wa 9uwataha billah".

En el momento en que crucé el umbral, un par de risas se colaron por las paredes , creando una sensación extraña y descolocada en mi interior.

Al hablar con Nissrin momentos antes ,no había detectado ninguna otra voz en el fondo. Movida por la curiosidad y el desconcierto, seguí el rastro de esas carcajadas hasta la sala de estar. Al llegar a la sala, todas las miradas se clavaron en mí de forma abrupta y sincronizada , haciéndome sentir una gran oleada de nerviosismo ,que me recorrió de pies a cabeza, centrándome principalmente en escanear las caras delante de mí, sin encontrar ni un rostro familiar entre ellas.

-¡Kamar! , por fin llegas , ven siéntate- me dijo
Nissrin nada más verme entrar,intentado hacerme sentir integrada.

—Ehm, hola —comencé soltando una incómoda risa, mientras intentaba calmar los sentimientos que aún tenía a flor de piel. Sentía que mi presencia sobraba, como si el simple hecho de estar ahí rompiera la armonía del grupo.

—Síguenos contando, tía —dijo una chica sin siquiera mirarme , pasando de mi persona.

—Ah, sí, pues no ves que, por la cara, ¡me echó de su casa! —soltó ella, mientras el grupo reía. Yo no lograba captar el chiste, sintiéndome cada vez más aislada de la conversación.

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