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Estaba en shock.

Al recibir esa llamada a altas horas de la noche, escuchar el temblor en su voz y comprender la gravedad de la situación, sentí una oleada de pánico. A pesar de mi propio miedo, supe que tenía que mantener la calma e ir a darle consuelo, priorizando su estabilidad emocional por encima de todo. En ese momento, mis propios temores pasaron a un segundo plano.

En estos momentos me encontraba llamando histéricamente a Hamza , la mente se me había nublado , solo pensaba en llegar lo antes posible y que no contestase solo lograba aumentar con intensidad todos mis  nervios.

-Joder , por una vez que te necesito- escupí al teléfono.

Cansada de seguir intentándolo sin resultado alguno decidí escoger dos prendas básicas , colocarme el hijab y salir a la calle.

Debía llegar al hospital lo antes posible. Sabía que a estas horas no había buses disponibles y tampoco tenía dinero suficiente para tomar un taxi. Sin pensarlo mucho, empecé a caminar. Iría andando, consciente de que tardaría el triple, pero no tenía otra opción.

La calle estaba a oscuras y no se escuchaba ni el mínimo sonido. Mientras caminaba, sentía el frío de la noche calándome los huesos. Cada paso resonaba en el silencio, haciendo eco en mi mente. Miraba constantemente el reloj, sabiendo que cada minuto que pasaba era crucial.

De repente, un leve ruido me hizo detenerme. Me giré, pero no vi a nadie. Aceleré el paso, intentando alejar cualquier miedo. Necesitaba llegar al hospital, y nada me detendría.

La ansiedad me carcomía por dentro , pensando en la posibilidad de que lago me pudiese pasar, pero no eran tan grandes como pensar en lo que podría estar pasando en ese hospital .

De repente, noté cómo un coche se detenía cerca de mí. El miedo me paralizaba y no podía girarme. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y el aire se sentía pesado. Intenté tranquilizarme, recordando que necesitaba llegar al hospital.

El sonido del motor del coche y la puerta al abrirse llenaban el silencio de la noche. Con cada segundo que pasaba, mi ansiedad aumentaba. Sin embargo, tenía que enfrentar lo que fuera que estaba detrás de mí. Lentamente, giré la cabeza y vi a un hombre bajando del coche.

Al instante lo reconocí, estaba vestido con unos vaqueros y una camiseta azul. Al fijarme bien en sus facciones se encontraba con una grande sonrisa , destacando sus hoyuelos y un pelo levemente despeinado.

-Kamar ,¿Qué haces a estas horas en la calle?- preguntó preocupado , bajando del coche y acercándose a mí.

-Tranquilo, solo iba por una cosa- dije excusándome tratando de mostrarme  neutral.

-Sube te llevo- me dijo él abriéndome la puerta del copiloto.

-Anwar, enserio no hace falta- contesté yo , tratando de escabullirme de la situación.

-Vamos - dijo insistiendo .

Observando cómo no me iba a dejar ir sola, acabé aceptando. Con una sonrisa, me subí al coche y le agradecí por lo bajo. La noche era fría y el viento soplaba con fuerza, haciendo que me estremeciera mientras me acomodaba en el asiento. Anwar arrancó el coche y el motor rugió suavemente, llenando el silencio incómodo que se había formado entre nosotros.

- Porfavor, voy al hospital, -le dije informándole, mientras le miraba con precaución.

-¿Le ha pasado algo a alguien?- preguntó asustado .

-Tranquilo,no los conoces.- le contesté tratando de tranquilizarle.

Mentira, le conocía

SabrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora