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4 años después

El día de hoy se desarrollaba con caos.

Llevábamos toda la semana a tope. Las salas de espera estaban llenas y el personal trabajaba sin descanso. Aunque agotador, era bueno saber que no nos faltaban pacientes. Cada diagnóstico correcto y cada sonrisa de alivio hacían que todo valiera la pena.

No llevábamos mucho tiempo con este consultorio, pero ya empezábamos a ver resultados. Con la ayuda de Dua, que gracias a su carrera en marketing supo cómo promocionarnos y atraer a los pacientes, pudimos poner en marcha este negocio. Su creatividad y conocimiento del mercado fueron fundamentales para darnos a conocer.

Por supuesto, no podría haberlo hecho sin mi socio, Zakariya.

Estaba realmente orgullosa de lo que habíamos construido. Mi oficina era tan... yo. Destacaba por sus colores minimalistas, con paredes pintadas en beige y unas estanterías repletas de libros, decoradas con plantas. Mi escritorio blanco, siempre ordenado, tenía un par de sillas colocadas a la par, listas para recibir a cualquier visitante.

Justo unos tres golpes en la puerta me informaron de que nuestra asistenta Julia iba a entrar a mi oficina.

-Hola Kamar buenos días- dijo con una alegre sonrisa-Ha vuelto a venir ...

Nada más escuchar lo que dijo, me puse alerta.Supe quien era al instante , un hombre que solía venir a mi consulta y, al principio, todo iba como se esperaba.Específicamente un caso de personalidad múltiple . Sin embargo, llegó un momento en el que noté un cambio en su actitud. Empezó a intentar acercarse personalmente, y comencé a encontrármelo en todas partes: cuando salía a hacer la compra, al terminar mi horario laboral, mientras paseaba, etc.

Aunque no me infundía gran miedo, ya que siempre se mantenía a una distancia prudente y nunca intentó agredirme, . Decidí que era necesario hacerle entender verbalmente que su comportamiento me incomodaba, era inquietante .

Confiaba en que lo comprendería y modificaría su conducta.

-Déjale pasar - dije con una sonrisa tensa, ella solo hacía su trabajo.

-Lo puedo echar...- trató de solucionar.

-Será la ultima vez que venga-contesté con esperanza.

Observé como con una mirada dubitativa le indicaba que podía entrar.

Este rápidamente se deslizó por el umbral de la puerta y apareció en frente de mi con una ilusionada mirada.

Lucas era de contextura débil, su cuerpo a primeras destacaba por ser tan flaco, con ese pelo liso alborotado, esos labios agrietados y una piel pálida.

-Hola Lucas¿Qué tal todo?- pregunté con una falsa alegría.

-Por fin me dejan entrar, siempre que me encuentra tu compañerito ese ...- comenzó a relatar con una leve rabia, pero no le deje de hablar.

Sabía que se refería a Zakariya.

-Tranquilo- dije calmando la situación- Ven siéntate ,hablemos.

Sin replicarme, prosiguió a obedecerme.Cuando le vi calmado y sentado fui a sentarme en la silla enfrente a él.

- Lucas , debes entendernos...- comencé despacio-Estas saliéndote de lo profesional.

-Ajh-asintió, alegrándome.

-Ya te mandé por razones medicas al psiquiatra, por lo que entre tú y yo ya no hay relación.

SabrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora