31-حوب

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—Mañana iré a pedirle la mano a Kamar—reveló Amin, dejando a todas las presentes atónitas, incluida yo.

El silencio que siguió a su confesión fue tan denso que parecía llenar el aire, procesando sus palablas, hasta que, de repente, como si hubiéramos ensayado una coreografía, reaccionamos al unísono.

—¡¿Qué?!—gritamos todas al mismo tiempo, la incredulidad y la sorpresa reflejadas en nuestros rostros.

—¿Mañana?—pregunté, sintiendo cómo el pánico se apoderaba de mí. La noticia me había tomado completamente desprevenida, como si el tiempo hubiera decidido acelerarse de golpe, llevándose consigo cualquier posibilidad de prepararme para lo que venía.

Ni siquiera asimilarlo.

Amin, sin embargo, no parecía perturbado en lo más mínimo. Con una sonrisa amplia y confiada, que irradiaba una sensación de certeza casi desbordante, afirmó con una firmeza que no dejaba lugar a dudas:

—No esperaré ni un minuto más.- dejó claro con orgullo.

Su determinación flotaba en el aire, impregnando la sala de una energía que contrastaba con el caos que sentía en mi interior. Parecía como si nada fuese capaz de detenerlo, como si esa sonrisa fuese la llave para abrir cualquier puerta, incluso las que ni siquiera había visto venir.

—Pero Amin, Kamar debe prepararse... avisar a su familia—insistió su Madre, su voz cargada de preocupación, rompiendo el hechizo momentáneo de su entusiasmo.

Mis pensamientos comenzaron a agolparse, desbordados, intentando asimilar la magnitud de lo que acabábamos de escuchar.

- Amin , es muy pronto- susurré preocupada.

-¿Amin se va a casar?- gritó Aya reaccionando minutos después.

Y me causó gracia la manera en la que lo decía con extrañeza .

-Kamar ¿Estas segura?- susurró su Madre , tratando de asegurarse que yo también etsaba de acuerdo con tal decisión.

Para desarrollar los diálogos, podríamos profundizar en los sentimientos de cada personaje y añadir detalles que permitan captar mejor la atmósfera. Aquí te dejo una posible ampliación de la escena:

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Khalti me miró con una ternura tan profunda que parecía que me estaba entregando un pedazo de su corazón junto a sus palabras.

—Khalti, si tú estás de acuerdo, sin ningún problema —dije, queriendo disimular el ligero temblor en mi voz.

Ella asintió, y su sonrisa se amplió, iluminando la habitación.

—Mi sueño, desde que te conocí, fue verte casada de una vez con mi hijo —susurró, casi como si compartiera un secreto, sus palabras envueltas en el cariño de los años.

Noor, siempre tan directa, soltó una pequeña risa, casi al borde de la ironía.

—Por fin, erais un poco cansinos —dijo, con una sonrisa boba, cruzando los brazos como si finalmente se hubiera librado de una larga espera.

Aya, sentada en su pequeño mundo, no tardó en intervenir con su típica franqueza infantil.

—Kamar es más guapa que Amin —dijo de pronto, su voz cortando el aire, haciendo que todas las miradas se giraran hacia ella.

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