12-س

137 9 1
                                    

Odiaba la sensación que sentía en estos momentos. Me hacía sentir asfixiada, nerviosa y perdida. Era un acto masoquista de mi parte , ya que yo misma, con mis pensamientos, me auto-saboteaba.

Me encontraba en casa sola, y ese era el problema: la soledad. Se sentía positiva cuando era voluntaria, pero cuando no estaba al alcance de tu mano elegir, solo te quedaba  hundirte en la miseria de tus pensamientos.

No lograba disfrutar de mi propia compañía; me cansaba mi persona. Necesitaba gente que llenase los huecos vacíos en mí, que me hiciese sentir viva. Por momentos, sentía que cuidaba   esa familia por que de alguna manera  me llenaba, aunque no fuese mía directamente , . Cuidarlas de alguna manera me hacía sentirme cuidada recíprocamente, llenando pedacitos en mí.

¿Acaso era una mala agradecida?

Tenía un gran techo, que almacenaba cosas que no cualquiera tenía la suerte de alardear. Con unos padres que me alimentaban, un hermano que me protegía y una salud que agradecía cada día.

¿Pero acaso eso era todo?

Esa pregunta me rondaba por la cabeza cada noche de insomnio, cada mañana que me despertaba de golpe y cada vez que respiraba y notaba que algo faltaba. La inquietud me devoraba desde adentro.Todo lo que tenía parecía perder sentido frente a ese abismo invisible que se abría bajo mis pies. Cada sonrisa se sentía vacía, cada gesto de cariño insuficiente.

Era un vacío que no podía llenar, un grito mudo que resonaba en mis pensamientos y me hacía dudar de mi propia existencia. ¿Qué más necesitaba? ¿Por qué, a pesar de tenerlo todo, me sentía tan incompleta?

....

Era hoy el día.

Siendo consciente de que había llegado el momento que tanto había añorado , me levanté de un salto y me adentré en el baño.
Un golpe de agua fría, cortaría los pensamientos de raíz , centrándome solamente y únicamente en lo que llevaba fantaseando durante años.

La carrera de psicología.

No asimilaba que hubiera llegado el día.
Sin darme cuenta , las vacaciones se acababan , dando lugar a el comienzo a una nueva etapa.

Sin contener la ilusión que se veía reflejada en mis ojos , me adentré en el gran armario ,escogí un vestido azul de florecillas ,lo coloqué en la cama a mi espera y me adentré al baño.

no iba a salir sin una piel radiante.

Y solo podía conseguir eso gracias a mi rutina , comenzando con el gel , con movimientos delicados me frotaba la cara , tratando en todo momento de que no se me hiciese tedioso.
Saliendo del baño me aproximé a la toalla , secándome a toquecitos suaves , para no debilitar mi  barrera cutánea.Sin preámbulos me eche el serum , la crema hidratante y por ultimo la crema  solar.

Sin evitarlo me acerqué unos pasos más al espejo y observé mi reflejo. Hacía unos años atrás podía llegar a odiar esta acción, la piel que tenía ahora hubiera sido envidiada por mi yo del pasado , pero con constancia y perseverancia en los hábitos que a día de hoy seguía con hincapié, podía mirarme en el espejo sin hacer ninguna mueca.

Ya acabada mi rutina , me despojé del pijama , agarré el vestido que había dejado aparte y me lo puse con cuidado. Sin pensármelo mucho lo conjunté con un hijab  blanco .
Para rematar , agarré un brillo de labios y una máscara de pestañas y realcé mis rasgos .
Agarré el bolso , lo puse sobre mi hombro y seguidamente fuí hacia abajo.

Cuando llegue a la planta inferior , me encontré a un Hamza teniendo una conversación cordial con Amin ,  estos hablaban tranquilamente sobre algún tema que no lograría entender: gimnasio, trabajo , universidad, etc. Apoyados en los sofás, mientras un partido en la televisión se mantenía de fondo.

SabrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora