Amin
Acabábamos de firmar el acta matrimonial, y aunque las lágrimas comenzaban a acumularse, las ignoré. Lo que sentía en ese momento iba más allá de la emoción evidente. Era la certeza de haber alcanzado todo lo que alguna vez anhelé, como si el destino hubiera cumplido su parte.
Solté el bolígrafo y lo primero que hice fue mirarla, a Kamar, con una intensidad que jamás pensé poder transmitir.
Había tantas cosas que quería decirle en ese instante, pero no encontré las palabras. Así que me dejé llevar, lanzándome hacia sus brazos, sintiendo el clímax de todo lo que habíamos esperado durante tanto tiempo.
El contacto fue abrumador. Sentir el calor de su cuerpo contra el mío, después de tantas veces evitando esa cercanía, era casi irreal. Todo lo que habíamos contenido explotaba en un torbellino de emociones. Un revoltijo de sensaciones me recorría, como si el mundo finalmente se hubiera alineado en ese único abrazo.
No había necesidad de palabras, ni de gestos adicionales. El simple hecho de tenerla entre mis brazos transmitía más de lo que jamás habría podido expresar. Cada segundo que pasaba, supe que ese contacto estaba cargado de promesas silenciosas y de una conexión que iba más allá de lo que cualquiera podría entender.
Sentía cómo su cuerpo se amoldaba al mío, como si siempre hubiéramos pertenecido a ese mismo espacio, como si cada distancia que mantuvimos hubiera sido en vano.
El peso de la responsabilidad, las dudas, todo lo que alguna vez me inquietó, parecía desvanecerse en ese instante.
Ese abrazo no solo sellaba lo que habíamos firmado en papel, sino lo que habíamos estado construyendo desde siempre.Su respiración sincronizada con la mía me daba una paz inesperada. Había algo en su abrazo que transmitía seguridad, como si con solo ese gesto me estuviera diciendo que todo iba a estar bien, que juntos podíamos enfrentar cualquier cosa.
Era más de lo que había esperado, más de lo que imaginé. Un simple abrazo que contenía un mundo entero.
-El bullicio de las voces alrededor parecía desvanecerse en cuanto mis ojos se posaron en Kamar. Su risa ligera, apenas un susurro entre nosotros, me desarmó de inmediato.
—Amin, suéltame —murmuró, su voz suave y cómplice— llevamos más de 15 minutos.
Su sonrisa era contagiosa. La manera en que se burlaba ligeramente del tiempo, como si eso fuera lo único que importaba, me arrancó una carcajada antes de rogarle:
—Un minuto más, por favor.
Finalmente, cuando nos separamos, el eco de las risas se mezcló con las felicitaciones de nuestras familias. Todo parecía perfecto, pero dentro de mí no podía dejar de sentir esa urgencia, ese nerviosismo latente por querer que empezáramos nuestra vida juntos lo antes posible. No dejaba de pensar en lo que vendría después de firmar los documentos.
Durante días, había intentado convencer a Kamar de que nos mudáramos juntos de inmediato. Mi cabeza bullía con ideas, con ese deseo incontrolable de comenzar a construir algo juntos.
Finalmente, después de largas discusiones, Kamar cedió. Recuerdo la satisfacción que sentí cuando por fin aceptó, aunque sabía que le había costado tomar la decisión.
Mientras estábamos ahí, con nuestras familias aún celebrando, la voz de su madre rompió el momento, pero no de manera abrupta. Era más como un recordatorio de que esto era sólo el principio de algo más grande.
—Bueno, bnti, الله ishl en esta nueva etapa.
Kamar, con su dulzura característica, bajó la mirada un segundo antes de contestar en un susurro casi para sí misma.
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Sabr
RomanceCompleta✨ Kamar, una chica sin compromisos, conoce de repente a Amin, el mejor amigo de su hermano, quien transforma su vida al hacerla sentir emociones nuevas y confusas. Para devolverle un favor, Kamar se involucra en su vida, lo que la lleva a co...