Cap. 43

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- Ya está todo listo, oppa - sonrió la femenina.

- Gracias, Tzuyu - sonrió ligeramente - Esto es lo mejor, estoy seguro.

- Yo sé que si, kook - asintió - Y no te preocupes, yo no diré nada.

El menor asintió y acarició su mano - Eres una increíble persona, nunca cambies, linda.

- Mi niño ya se va - fungió llorar el rubio.

Ríe - Hyung, basta. Tampoco es para tanto, ni siquiera mi mamá está así.

- Por que iré cada fin de semana a verte, niño - frunció el ceño su madre - Como sea, yo también me siento mal, pero se que te servirá mucho, Jungkookie.

- Gracias, mamá. Prometo regresar renovado, ni siquiera me van a reconocer - sonrió con aquellos dientes delanteros.

-  Mucha suerte, hijo. Sabes que cualquier cosa que necesites puedes decirnos - acarició su hombro.

- Claro, papá - Jungkook suspiró y comenzó a hablar con una sonrisa - Prometo mejorar y regresar, los quiero - miró a todos por última vez.

- Hazlo por ti, Jungkook. No por nosotros - frunció los labios el chico pálido.

- Claro, hyung - asiente - Nos tenemos que ir ya.

- Está bien, anda - sonrió conteniendo sus lágrimas - Te quiero mucho, mi niño.

- Yo más, Jiminnie - sonrió y comenzó a caminar, moviendo su mano de un lado a otro como gesto de despedida.

Jeon Jungkook había crecido con grandes valores y sobre todo amor y atención por parte de su familia; en realidad nunca le faltó nada, a excepción de vida social, claro.

Aunque, por un momento eso cambió gracias a Taehyung, un ser de luz, como él solía llamarlo. Taehyung lo hizo salir de su burbuja, hizo que el pequeño Jungkook conociera el mundo.

Jeon había aprendido mucho de Taehyung, así como él de Jungkook. Como solían decirlo, eran el complemento del otro.

Pero, todos sabemos que nada es para siempre.

Jungkook había decidido irse del país, estar ahí le traía tantos recuerdos, la mayoría eran buenos, pero llenos de dolor. Tzuyu conversó con él, y le propuso irse a Taiwán, donde ella vivía con su novia y su mejor amigo. Jungkook tardó en dar una respuesta, pero después de tanto pensarlo al final decidió dejar todo atrás y salvarse a sí mismo.

Ahora estaba en su vuelo, mirado la ventana pasando momento tras momento en su mente. Sonrisas, llantos, besos, palabras.
Sintió una pequeña lágrima resbalar, por lo que rápidamente la limpió y respiró hondo.

- Prometo olvidarte, Kim Taehyung... - habló entre dientes - Prometo regresar y dejar atrás ese niño que tanto heriste.

- Ey... Kook - lo movió ligeramente.

- ¡Eh, qué! - despertó rápidamente.

Ríe - Tranquilo... Ya llegamos - dijo desabrochando su cinturón.

- Ahh - talló sus ojos y miró hacia su ventana - Woaa, ¿esta es tu casa? - retiró su cinturón.

Asiente - Así es, mía y de mi noviecita - sonríe.

- Me la tienes que presentar - sonrió - ¿Vamos?

- Si, si - sonrió y bajó del auto.

Ambos jóvenes salieron del auto, caminaron unos cuantos metros hasta llegar a la puerta de la propiedad.
Ya frente a ella Tzuyu escribió la contraseña y posteriormente entraron.

- Ahh, por fin en casa - cerró los ojos con una sonrisa.

Jungkook rió ligeramente y observó toda la casa con detalle, a su parecer era muy moderna, se veía igual de elegante que por fuera. Mucha luz entraba por las grandes ventanas y el color blanco no hacía más que resaltar el amplio lugar.

- Los chicos están dormidos, así que no te preocupes - tomó su maleta - ¿Vamos?

- Claro - asintió y repitió su acción.

Tzuyu comenzó a subir las escaleras, siendo seguida por Jungkook.

- Bueno, este es tu nuevo cuarto - sonrió.

Al igual que la planta baja, la parte de arriba era bastante grande.

- Wooo, está muy bien - asintió repetidas veces sonriendo.

- Puedes decorarlo a tu gusto - prendió el foco - El baño está en esa puerta, y el clóset está ahí - señaló.

- Ok - entró - Muchas gracias, linda.

- No agradezcas - sonrió y salió - Que descanses - dijo por último, y seguido de esto cerró la puerta.

Jungkook suspiró y miró a su alrededor, en realidad era una recámara grande.
Tenía colores claros; blanco, crema, y uno que otro rincón gris.

Empujó ligeramente su maleta, y caminó hasta llegar a la cama, donde simplemente se aventó con los brazos abiertos.

En cuanto tocó el colchón quedó profundamente dormido.

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Sof<14

Adicto a la Tentación - [ Vkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora