Homewrecker ;; Keria x Gumayusi

｡° 8 °｡

El sol se filtraba tímidamente por las cortinas entreabiertas de la sala de entrenamiento, pintando el ambiente con un resplandor dorado y reconfortante. El sonido de los teclados y los clics de los ratones llenaban el aire mientras el equipo se sumergía en una intensa sesión de práctica, cada jugador concentrado en su pantalla.

Entre ellos se encontraba Minseok, cuyos ojos brillaban con una intensidad renovada. Había algo diferente en él en los últimos meses, una chispa de entusiasmo y determinación que parecía haber encendido un fuego en su interior. Y ese fuego tenía un nombre: Lee Minhyung.

Desde que Minseok había decidido que quería ser más que un simple jugador de apoyo en el equipo para impresionar a su coach, su desempeño en el juego había mejorado drásticamente. Ya no era el segundón silencioso que seguía las órdenes de los demás, sino que ahora se había convertido en una fuerza a tener en cuenta en el campo de batalla. Sus movimientos eran más audaces, sus decisiones más astutas, y su apoyo a los demás jugadores era más sólido que nunca.

Cada partida era una oportunidad para Minseok de brillar, de demostrarle a Minhyung que era más que capaz de liderar al equipo hacia la victoria. Y, oh, cómo brillaba. Sus jugadas eran impresionantes, casi como si estuviera bailando sobre el teclado, con una gracia y precisión que dejaba boquiabiertos a sus compañeros y oponentes por igual.

Incluso Hyeonjun no podía evitar mirarlo con asombro mientras el soporte se movía con agilidad por el campo, protegiendo a sus compañeros y desbaratando los planes del equipo contrario con una maestría casi sobrenatural. Y aunque el jungla solía ser el más hablador del grupo, incapaz de mantener la boca cerrada durante más de cinco minutos, se quedaba sin palabras ante la habilidad y el ingenio de su amigo.

Pero más que cualquier otro, era Minhyung quien estaba impresionado por la metamorfosis de Minseok. El coach observaba con orgullo cómo el joven soporte se destacaba en cada partida, cómo lideraba al equipo con inteligencia y valentía, cómo se convertía en una fuerza imparable que no podía ser ignorada.

Después de cada entrenamiento y cada juego, el menor se quedaba junto a Minhyung para analizar las jugadas, discutir estrategias y repasar los puntos clave del partido. Era un momento precioso para ambos, un momento en el que Minseok se sentía más cerca que nunca del hombre que tanto admiraba, un momento en el que podía ver el brillo de orgullo en los ojos de Minhyung y sentir la calidez de su atención.

Sin embargo, no todo era perfecto en el mundo de Minseok. A pesar de sus esfuerzos por ganarse la confianza y el respeto de Minhyung, había una sombra que acechaba en los rincones oscuros de la sala de entrenamiento: Kim Taeoh.

El midlaner seguía resentido y celoso de la relación cercana entre Minseok y Minhyung. Cada vez que veía al soporte y al coach juntos, su expresión se ensombrecía con una mezcla de amargura y desdén, como si estuviera convencido de que el joven soporte estaba tratando de robarle algo que le pertenecía.

Aún así, Minseok no estaba dispuesto a dejarse intimidar y dar un paso atrás como en el pasado. Había aprendido que tenía el poder de enfrentarse a sus enemigos, de desafiar a aquellos que intentaban derribarlo. Y estaba decidido a usar ese poder para proteger lo que más valoraba en el mundo: su conexión con Minhyung.

Decidido a mantener su posición y defender su relación con el coach, Minseok ideó un plan para enseñarle una lección a Taeoh y asegurarse de que no interfiriera más en su camino hacia el corazón del coach. Pues, de ahora en adelante, todo el que se interpusiera tendría que pagar las consecuencias.

Observando cuidadosamente los movimientos de Minhyung, el menor se dio cuenta de un hábito particular del mayor: quitarse el anillo de matrimonio y dejarlo sobre el escritorio durante las sesiones de práctica para manipular el mouse y teclado más cómodamente. Era un pequeño gesto, apenas perceptible para los demás, pero Minseok sabía que podría aprovecharlo a su favor.