。° 42 °。

50 7 11
                                    

Minhyung lo observaba con una intensidad que le atravesaba el pecho, la frustración evidente en cada línea de su rostro con cada segundo que pasaban en silencio.

—Minseok, ¿cuánto más vas a seguir haciéndome esto? —La voz de Minhyung era baja, pero cortante, cargada de dolor contenido. Se acercó un paso más, invadiendo el espacio de Minseok—. No ves que estoy aquí, que lo dejaría todo por ti. ¡Lo sabes! —Su tono subió, sus manos apretadas en puños—. Me duele tanto como a ti, pero... no puedo seguir si no sé lo que sientes.

El menor sintió que todo el aire abandonaba sus pulmones. Minhyung dejaría todo por mí. La idea debería haberlo llenado de satisfacción, pero en su lugar, lo dejó desorientado, porque si algo estaba claro en todo este tiempo era que el juego de poder que había construido no significaba nada frente al inmenso amor que seguía sintiendo.

—¿Lo que siento? —Minseok se rió, una risa amarga que no tenía ni un rastro de humor—. ¡Tú me rompiste primero, Minhyung! —Su voz resonó en el baño, cargada de una mezcla de ira y vulnerabilidad que lo asustaba—. ¿No tienes idea de lo que es estar siempre en segundo lugar? Siempre detrás, siempre invisible... ¡Y tú, con tu perfecta vida, ni siquiera lo notaste! —Dio un paso hacia el mayor, su cuerpo tenso—. ¿Sabes lo que duele? ¡Sabes lo que me hiciste!

Minhyung retrocedió un poco, pero no dejó de mirarlo a los ojos, su expresión oscilando entre la tristeza y la frustración.

—¿Crees que esto fue fácil para mí? —El mayor respondió con la voz quebrada—. ¡Tú no eres el único que ha sufrido, Minseok! —De repente, la fachada calmada de Minhyung comenzó a desmoronarse—. Me he pasado meses tratando de mantener el control, de mantener las apariencias, pero me estoy rompiendo por dentro, ¡porque no sé cómo llegar a ti! No sé cómo estar a tu lado sin sentir que te estoy fallando. Te necesito. Pero no puedo seguir si tú sigues construyendo barreras entre nosotros.

El pecho de Minseok se comprimió de una manera casi dolorosa, sintiendo que la realidad se desmoronaba bajo sus pies. ¿Y si todo esto había sido un error?

—¿Barreras? Yo no soy el que puso barreras, Minhyung. Tú las pusiste cuando decidiste hacerme sentir como tu maldito segundo plato. No quiero tu compasión, Minhyung. —Las palabras de Minseok sonaron más débiles de lo que quería. Su ira se entrelazaba con el dolor de no poder detener lo que estaba ocurriendo dentro de él—. Yo solo quería... —Su voz se quebró por un momento—. Solo quería que me vieras. Solo quería ser el primero en algo... en tu vida. Pero... parece que eso nunca va a pasar. Siempre seré el segundo, ¿verdad?

Minhyung no soportaba verlo así. La frialdad, el enojo que tanto Minseok había construido a su alrededor, se estaba desmoronando frente a él, revelando la vulnerabilidad que siempre había sabido que existía detrás de esa máscara. Minseok no era el frío calculador que hacía creer a los demás. Él también estaba sufriendo. Minhyung dio un paso más cerca, ignorando la distancia que Minseok intentaba mantener.

—Minseok, te veo. Siempre te he visto. Y siento tanto no haberte mostrado antes cuánto significas para mí. —Minhyung hizo una pausa, sus ojos ardiendo con la intensidad de todo lo que no había dicho antes—. ¡Pero estoy aquí ahora! No sé cómo demostrarte lo que siento si no me dejas acercarme. No sé cómo hacer esto si no puedes creerme.

—¿Creer en qué? —Minseok alzó la voz nuevamente, casi desesperado—. ¿¡Creer que me amas de verdad!? ¿¡Creer que dejarías todo por mí como si eso fuera a cambiar algo!? Lo único que logras es confundirme más. Me haces pensar que puedo tenerte, pero luego recuerdo todo lo que está entre nosotros. No puedo más con esto.

Minhyung dio otro paso hacia él, tan cerca ahora que sus respiraciones se mezclaban, sus emociones vibrando en el aire entre ellos. 

—¿Crees que esto no me duele a mí también? —gritó Minhyung, su poco autocontrol desintegrándose—. ¡Cada día, cada minuto que paso sin saber si puedo acercarme a ti, me rompe más de lo que puedes imaginar! Pero si me alejo, si te doy espacio, me siento como si estuviera perdiéndote para siempre. —De repente agarró a Minseok de los hombros, su toque desesperado—. No quiero perderte.

Homewrecker ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora