。° 3 °。

153 23 31
                                    

Los días pasaron con una rutina casi hipnótica para Minseok. Se levantaba temprano, se dirigía a los entrenamientos, seguía las órdenes de Minhyung y luego regresaba los dormitorios para sumergirse nuevamente en el juego y dormir. Era como si estuviera atrapado en un bucle interminable de prácticas y órdenes, una existencia monótona que, si bien no lo emocionaba, al menos le proporcionaba cierta estabilidad, y eso estaba bien para él.

A pesar de su actitud resignada, Minseok seguía adelante con los entrenamientos, esforzándose por cumplir con sus responsabilidades en el equipo. Incluso accedió a entrenar tiempo extra junto a Minhyung, quien parecía estar decidido a sacar lo mejor de cada miembro del equipo. Cada repetición, cada estrategia ensayada una y otra vez, era un pequeño paso hacia la mejora, aunque el menor a menudo se resistía a admitirlo abiertamente.

Y así, llegó el día del primer partido de la temporada de primavera de la LCK. Para Minseok, era solo otro día en la oficina, otra oportunidad de demostrar sus habilidades en el escenario competitivo. No tenía grandes expectativas ni ilusiones; simplemente estaba listo para hacer lo que mejor sabía hacer y esperar lo mejor. Se preparó como lo haría normalmente, con la misma dosis de apatía que lo mantenía a flote.

El ambiente en el vestuario era una combinación de nerviosismo y emoción contenida. Los jugadores intercambiaban palabras de ánimo y se concentraban en sus preparativos para el juego. Minseok observaba en silencio, sintiéndose como un espectador en su propia vida. Pese a que la emoción del equipo era palpable, él seguía aferrado a su escepticismo, sin permitirse dejarse llevar por el fervor del momento.

Pero lo que Minseok no sabía era que ese día, por primera vez gracias a una de sus habituales derrotas, iba a experimentar una sacudida que cambiaría su perspectiva para siempre.

El partido comenzó con el equipo en buena forma. Habían trabajado duro durante semanas, puliendo estrategias y perfeccionando su coordinación. Parecía que estaban en camino a una victoria segura, y Minseok se sentía aliviado por el cambio de rumbo en comparación con las sesiones de entrenamiento tensas y llenas de desafíos.

Pero la complacencia demostró ser su perdición. En un momento crucial del juego, un breve pero fatal error de concentración de Minseok resultó en una serie de eventos que llevaron a la derrota del equipo. La mirada de decepción en los rostros de sus compañeros de equipo fue suficiente para hacer que el estómago del soporte se retorciera de angustia.

Como siempre, trató de consolarse con la misma justificación de siempre: mala suerte, destino inevitable. Pero esta vez, incluso eso no pudo calmar su turbulencia interna. Mientras el equipo se retiraba del escenario, con la derrota todavía fresca en sus mentes, Taeoh, el nuevo mid, se le acercó con una mirada de desdén.

—¿Cómo puedes seguir llamándote un jugador profesional si ni siquiera puedes mantener la concentración en momentos críticos?

Las palabras de Taeoh perforaron el corazón del menor como dagas afiladas. Se sintió expuesto, vulnerable ante el juicio de un compañero de equipo que apenas lo conocía. La vergüenza y la autocrítica lo inundaron, amenazando con ahogarlo en un mar de dudas y autoacusaciones.

Sin decir una palabra, se apartó de él y del resto del equipo, sintiendo el peso de su fracaso sobre sus hombros. Se alejó en busca de un lugar tranquilo donde pudiera lamer sus heridas en privado, lejos de las miradas acusadoras y los comentarios hirientes. Cada paso parecía más pesado que el anterior, cada pensamiento más oscuro que el anterior. ¿Cómo podía haber llegado a este punto, donde ni siquiera podía cumplir con las expectativas más básicas de su equipo?

Minseok encontró un rincón del edificio, donde se dejó caer en un banco, sintiendo el peso abrumador de su fracaso aplastándolo. Cerró los ojos con fuerza, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con escapar.

Homewrecker ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora