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Minseok se encontraba en el baño del centro del entrenamiento, mirando su reflejo en el espejo con una mezcla de nerviosismo y emoción. Hoy era el día en que finalmente podría conocer a Jiseok cara a cara. Había pasado las últimas semanas recopilando fragmentos de información sobre el hombre, pero nada muy sustancial. Ahora tenía la oportunidad de observarlo en persona y descubrir exactamente qué papel podría jugar en su plan.

El día había sido agotador, lleno de entrenamientos intensos y revisiones de estrategias para el próximo torneo. Pero mientras sus compañeros parecían ansiosos por la cena con los patrocinadores, Minseok tenía un objetivo mucho más personal en mente. Su mente estaba inundada de pensamientos y emociones, un torbellino de anticipación, deseo y una pizca de nerviosismo. Había llegado el momento de poner a prueba su astucia.

—¡Ey, Minseok! ¿Estás listo? —gritó Hyeonjun desde la sala, sacándolo de sus pensamientos mientras él salía del baño.

—Sí, sí, estoy listo —respondió el más bajo, tratando de sonar despreocupado.

Minhyung se acercó a ellos con una expresión de preocupación en su rostro.

—Chicos, necesito hablar con ustedes —dijo, atrayendo la atención de todos.

El corazón de Minseok se aceleró al ver a su amado coach. Había algo en la forma en que Minhyung tenía el ceño fruncido que hacía que el joven soporte quisiera consolarlo y protegerlo de todos los problemas del mundo.

—Lo siento, pero no podré acompañarlos a la cena esta noche —anunció el coach, con voz firme—. Tengo algo urgente que atender.

Los murmullos de decepción se hicieron eco en el vestuario, pero Minseok supo de inmediato la verdadera razón. Minhyung estaba evitando a Jiseok.

—¡Oh, no, coach! —dijo Hyeonjun con tono lastimero—. ¿Quién va a controlar a Minseok ahora?

Minseok fingió indignación y le lanzó una mirada cómica al rubio, lo cual provocó risas entre la mayoría del equipo.

—No te preocupes, Minhyung —intervino Minseok, con una sonrisa en los labios y una chispa de travesura en los ojos—. Yo me encargaré de que todos se comporten en la mesa. Incluso Hyeonjun.

Minhyung sonrió por primera vez en todo el día, y la ternura de esa sonrisa hizo que el corazón del menor se derritiera.

—Gracias, Minseok. Sé que puedo confiar en ti —dijo Minhyung, acercándose para despeinarle el cabello—. Los espero mañana temprano para los entrenamientos. No se desvelen demasiado.

Minseok sintió que flotaba mientras observaba a su coach alejarse. La sensación del cálido toque en su cabello lo llenaba de una determinación renovada. Esa noche, aprovecharía cada oportunidad que se le presentara.

La cena se celebraba en un elegante restaurante, conocido por su comida exquisita y su ambiente sofisticado. El equipo llegó puntual, impresionados por la opulencia del lugar. Los patrocinadores los recibieron con sonrisas y apretones de manos, pero Minseok estaba atento a un solo rostro: el de Jiseok.

No pasó mucho tiempo antes de que el susodicho hiciera su aparición. Vestido con un traje impecable, su porte exudaba confianza y poder. Minseok observó cómo algunos de los otros patrocinadores se acercaban a él con deferencia, reconociendo su influencia. El soporte sintió un nudo de emoción y nerviosismo en el estómago. Era el momento de actuar.

Durante la cena, Minseok se las arregló para sentarse cerca de Jiseok, aprovechando cada oportunidad para entablar conversación. Hizo preguntas inteligentes sobre los negocios y mostró un interés genuino en sus respuestas, todo mientras mantenía una fachada de respeto y admiración. El hombre, halagado por la atención, comenzó a relajarse y a abrirse un poco más.

Homewrecker ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora