Homewrecker ;; Keria x Gumayusi

｡° 11 °｡

Después de la euforia del juego y las entrevistas pertinentes, Minseok se apresuró a los vestuarios con el corazón aún latiendo desbocado en el pecho. Se miró en el espejo con cierta ansiedad, intentando arreglar cualquier imperfección en su apariencia física. Se encontró con un dilema: ¿Cómo arreglarse para la cita? Miró su uniforme del equipo con desdén, notando los pliegues desordenados y arrugados. No podía presentarse así frente a Minhyung. Decidió rápidamente que necesitaba cambiar de ropa, al menos parte de ella, para dar una mejor impresión.

Rápidamente, se despojó de su chaqueta y camiseta de juego y se puso una limpia que había traído consigo. Se pasó los dedos por el cabello, intentando domar los mechones rebeldes que se negaban a obedecer. Se miró en el espejo, evaluando su apariencia con detenimiento. Quería lucir impecable para su encuentro con el mayor, como si la perfección de su apariencia pudiera compensar cualquier vacilación en su corazón. ¿Estaría lo suficientemente presentable para Minhyung?

Mientras se ajustaba la camiseta, vio de reojo por el espejo a Minhyung interactuando con los demás miembros del equipo. Se le escapó un suspiro de alivio al verlo allí, pero también una punzada de preocupación. ¿Y si Minhyung había olvidado su cita al cine? ¿Y si simplemente había aceptado su invitación por cortesía y no porque realmente quería ir?

Las dudas empezaron a invadir su mente, sembrando semillas de inseguridad que amenazaban con arruinar su ánimo. ¿Qué pasaría si Minhyung se iba sin él? ¿Qué significaría eso para su relación, si es que había alguna? La sola idea de ser rechazado por Minhyung era suficiente para hacer que su corazón se encogiera de dolor. Pero al mismo tiempo, este dolor lo impulsaba actuar.

Decidió que no podía permitir que sus miedos lo paralizaran. Había llegado hasta aquí, había tomado la iniciativa de invitar a Minhyung al cine, y no podía echarse atrás ahora. Con una determinación renovada, se acercó donde estaba el joven coach, tratando de ignorar los latidos acelerados de su corazón en sus oídos.

Minhyung notó la aproximación del soporte y le dedicó una sonrisa cálida que hizo que el menor sintiera que olvidaba cómo caminar por un momento. La sonrisa del coach lo desarmó, como siempre lo hacía, y Minseok luchó por mantener la compostura, como siempre.

—Minseok, ¿listo para ir al cine? —preguntó el coach con entusiasmo mientras se le acercaba.

La pregunta resonó en los oídos del más bajo como una sinfonía celestial. Había temido que Minhyung se olvidara de su cita, pero aquí estaba, recordando sus planes y mostrando interés en pasar tiempo juntos. Un hormigueo de emoción recorrió la columna vertebral del soporte mientras asentía con vehemencia.

—¡Claro, Minhyung! Estoy más que listo.

El mayor sonrió con dulzura ante el entusiasmo del otro, haciendo que Minseok se sintiera como si estuviera flotando en una nube de felicidad. Pero entonces, su alegría se vio empañada por la pregunta inesperada de Minhyung.

—¿Por qué solo vamos nosotros dos? ¿No deberíamos invitar a los demás del equipo?

Minseok se sintió como si le hubieran clavado un cuchillo en el corazón. No había previsto esta situación, y ahora se veía obligado a improvisar una excusa rápida y creíble para justificar su deseo de pasar tiempo a solas con el mayor. Su mente trabajó a toda velocidad, buscando una excusa que sonara convincente y que no levantara sospechas.

—Ah, bueno... —titubeó—. Los demás... uh, dijeron que estaban cansados y que preferían descansar en los dormitorios después del partido. Así que... solo somos tú y yo.

La explicación salió con más facilidad de lo que esperaba, y Minhyung pareció aceptar la respuesta sin mucho cuestionamiento, aunque una pequeña arruga se formó entre sus cejas.