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Minseok se encontraba en el pasillo del hospital, con un ramo de flores en la mano y una expresión de preocupación calculada en su rostro. Había perfeccionado el arte de la actuación, especialmente cuando se trataba de mostrarse como el persona leal y confiable ante su amado coach. Minhyung, a su lado, parecía más cansado de lo habitual, las tensiones del equipo y el estrés del próxioa MSI en Londres acumulándose sobre sus hombros.

—¿Te importaría sostener esto por un momento? —preguntó Minhyung, entregándole su mochila a Minseok mientras abría la puerta de la habitación de Taeoh.

Minseok tomó la mochila con una sonrisa servicial. —Claro, no hay problema.

Dentro de la habitación, Taeoh estaba sentado en la cama, mirando la televisión con la expresión distraída de alguien que no tenía muchas ganas de prestar atención. El golpe en la cabeza había dejado secuelas, y aunque físicamente estaba recuperándose, sus recuerdos por ahora del incidente eran vagos y fragmentados.

—Taeoh, Minseok te trajo flores para alegrarte el día —dijo el coach, colocando el ramo en un jarrón junto a la cama.

Minseok se acercó a Taeoh, sonriendo con esa mezcla de simpatía y falsa modestia que había perfeccionado. 

—¿Cómo te sientes hoy, amigo?

Taeoh levantó la vista, sus ojos entrecerrándose ligeramente al ver a Minseok. 

—Mejor... creo. Gracias por venir, supongo.

Minhyung tomó asiento al lado de la cama, suspirando profundamente.

 —Todo el equipo te extraña, Taeoh. Estamos haciendo lo mejor que podemos, pero no es lo mismo sin ti.

Minseok se acercó aún más a Minhyung, aprovechando cualquier excusa para estar cerca de él. Puso una mano en su hombro, apretándolo ligeramente. 

—Estamos aquí para ti, Minhyung. Todos. Y especialmente yo.

Minhyung giró la cabeza y por un momento, sus ojos se encontraron con los de Minseok. En los últimos días, más que nunca, había algo en esa mirada, algo que Minseok había notado últimamente: una chispa de algo más que simple gratitud. Tal vez confusión. Tal vez algo más.

La puerta de la habitación se abrió de repente y Jiseok entró, su presencia imponente llenando el espacio. Minseok se tensó, pero mantuvo su mano en el hombro de Minhyung.

El joven coach se apartó, visiblemente incómodo, y se levantó de su silla.

—Necesito un poco de aire fresco —dijo, mirando a Minseok y luego de reojo a Jiseok—. Volveré en un momento.

Sin esperar respuesta, Minhyung salió de la habitación, dejando a Minseok y Jiseok solos. Taeoh volvió su atención a la televisión, ajeno al intercambio de miradas tensas entre los otros hombres.

Jiseok caminó lentamente hacia el más bajo, sus ojos estudiando cada movimiento.

—No sabía que eras tan... cercano a Minhyung —dijo Jiseok con una sonrisa que no alcanzó sus ojos.

Minseok se encogió de hombros, intentando mantener una apariencia relajada.

—Solo estoy tratando de ayudar. Minhyung está pasando por un momento difícil con todo lo que ha sucedido con Taeoh y el MSI a la vuelta de la esquina. Además, te conté que soy muy amigo de Dahye y de Minhyung ¿recuerdas?

Jiseok asintió, pero no parecía convencido.

—Claro. Todos estamos tratando de ayudar... —hubo un momento de silencio incómodo antes de que Jiseok continuara. —He notado la tensión entre Minhyung y Dahye últimamente. Ella me contó que tú la convenciste de aceptar el trabajo que le ofrecí. Supongo que tu sugerencia ha contribuido a eso.

Homewrecker ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora