═══✶═══ 𝗦𝗖𝗔𝗡𝗗𝗔𝗟𝗢𝗨𝗦 ❝Desde que Isabelle Campbell, la gran cazadora de slytherin, se quebró el brazo las cosas no han vuelto a ser como antes y Fred Weasley, el golpeador de gryffindor; el equipo rival, lo sabía, provocando que quizás aquell...
╭══════ .✧. ══════╮ 29. UNA BLUDGER AL CORAZON ╰══════ .✧. ══════╯
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
── ❖ ── ✦ ── ❖ ──
Volver a empezar no es algo fácil. Entender que estas haciéndolo por segunda vez y sentir que no volverá a ser como antes es doloroso, pero aún así se debe seguir hasta llegar a la meta. Isabelle se había levantado temprano el día que slytherin se enfrentaba a gryffindor en el campo de quidditch, pero claramente no sería el mismo juego que hace tres años atrás. Ahora jugar contra el equipo de los leones significaba enfrentarse a su novio.
El día estaba pesado, como una tarde de una defenestrante ola de calor. Los desayunos eran iguales que cuando tenía trece años: Saludables, pero intentaba comer lo menos posible, no quería andar vomitando por los cielos. Se sentó con Juliette e Ivy. Se sorprendió bastante al ver a Ronald Weasley con el equipo de quidditch, su pareja no le había contado que su cuñado jugaba.
La mesa de slytherin estaba bañada de esperanza. Con el regreso de Campbell, estos habían recuperado aquella idea de ganar la copa. Nuevamente estaba ese brillo de deseo en sus ojos e Isabelle intento prometerselas. Miro a su plato mientras muchos la animaban, pero solo pensaba en su chico; amaba el quidditch, pero esta victoria seria muy distinta a las anteriores, aún mas sabiendo que Fred es muy competitivo.
—¡Adelante, Isabelle! ¡Traenos la copa devuelta a casa!—ánimo un chico de slytherin de séptimo año. Isabelle solo sonrio y luego volvió a mirar el plato que contenía su desayuno.
—¿De donde salieron todos estos fanáticos?—preguntó Juliette mientras fulminaba con la mirada al grupo de hombrecitos.
—De su escondite—respondió Campbell—. Siento que han estado todo el tiempo refugiados allí porque no habían encontrado la llave.
—¿Y cual era esa llave?
—Yo. Nuevamente vuelven a notarme, a recordarme como debían recordarme. Espero poder llevarles la copa, ya saben, para limpiar un poco esa imagen que quedó de cuarto año.
—Esa es la actitud—halagó Ivy—. Hazlo por esa Isabelle que se sintió miserable en cuarto año luego de haber sido expulsada injustamente. Demuestrales que eres una gran capitana.
—Exacto, y no te enfoques tanto en Fred—continuó Juliette—. Dentro de un partido no existen las parejas.
—Lo se. Es algo raro, salir con alguien del equipo rival no estaba en mis planes. Pero es lo que eligió mi corazón y estoy muy bien así.
Sus amigas le sonrieron. Esta Isabelle enamorada era algo recién descubierto. Mientras más tiempo pasaba con Fred encerrados en aquella sala misteriosa, más se daba cuenta de que lo amaba con todas sus fuerzas y que nunca antes–aparte de algún miembro de su familia–había amado con tanta fuerza. Su corazón solo funciona para él. Él es el motor que ayuda a que su vida arranque y a que pueda recorrer cada espacio que siempre soñó.
