═══✶═══ 𝗦𝗖𝗔𝗡𝗗𝗔𝗟𝗢𝗨𝗦 ❝Desde que Isabelle Campbell, la gran cazadora de slytherin, se quebró el brazo las cosas no han vuelto a ser como antes y Fred Weasley, el golpeador de gryffindor; el equipo rival, lo sabía, provocando que quizás aquell...
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Llego y no sintió tantas miradas como se esperaba. Ella creía que cuando apenas ponga un pie en un lugar muy concurrido, las miradas la acecharían, como si se tratase del mismísimo Lord Voldemort. Pero no, estaba equivocada. Sentía que había metido la pata. Sabía muy bien que tenía que haber salido corriendo apenas Madame Tudipie los metió en la tienda. Pero por otro lado, su cabeza solo esperaba que las chicas no se hayan enterado; la presencia de su hermana en el local le había arruinado la mente.
Cuando llego el turno de pisar la sala común, Isabelle sintió que la panza le daba vueltas y que su cabeza se iba de lugar; todo en ella estaba mal. Dijo la clave e ingreso, dejándose llevar por la sensación de ser juzgada, pero para su sorpresa, nadie puso ninguna reacción al verla; era la normal, la de todos los días. El problema fue cuando llego a la habitación, algo le decía a Isabelle que ellas sabían todo el tema. Se quedó quieta unos segundos antes de girar el cerrojo, escuchaba la conversación entre Juliette e Ivy desde las afueras, pero no podía entenderlas. Finalmente, abrió la puerta. Estaba dentro, pero ninguna puso la misma alegría que siempre al verla. Juliette se veía de malhumor y eso hizo que se ponga nerviosa. Por otro lado, Ivy solo la miraba y luego de un tiempo la saludó:
—Hola, Belle—saludó mirándola. Notó como intentaba sonreír mientras Juliette se mantenía de brazos cruzados con una mirada angustiante.
—Hola, chicas.
—¿Cómo te ha ido?—preguntó la pelirroja.
Pregunta capciosa, esa la conocía. Intento buscar una respuesta rápida ya que si decía "Bien" las cosas podrían llegar a derrumbarse. Es por eso que Isabelle opto por mentir.
—Mal, muy aburrido.
—Claro que fue aburrido, un Weasley jamás sería divertido—habló por fin Juliette.
Isabelle sintió como su cuerpo se enfriaba. Estaba pálida, ni el rubor que se había puesto hacía unas horas atrás podía disimular su blancura. No sabía que decir, le habían robado su lengua. El cerebro se había apagado, nada podría salvarla, así que se tiro hacia la opción más facil: Mentir, otra vez.
—N-No entiendo.
El tartamudeo había dejado al sol todas sus mentiras. Sólo alguien muy tonto se creería esas palabras.
—Estas saliendo con el enemigo, ¿Verdad?—Hall se levantó de la cama y se acercó a ella con un potente enojo.
—¿A que te refieres?—siguió haciéndose la desentendida.
