═══✶═══ 𝗦𝗖𝗔𝗡𝗗𝗔𝗟𝗢𝗨𝗦 ❝Desde que Isabelle Campbell, la gran cazadora de slytherin, se quebró el brazo las cosas no han vuelto a ser como antes y Fred Weasley, el golpeador de gryffindor; el equipo rival, lo sabía, provocando que quizás aquell...
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—¡CAMPBELL VUELA COMO UN DESTELLO FUGAZ ANTE NUESTROS OJOS JUNTO A LA QUAFFLE!—comentó con su micrófono Lee Jordan, que no se olvidaba de ningún detalle del partido de slytherin versus hufflepuff—¡LA NOVIA DE UNO DE MIS MEJORES AMIGOS ES INCREIBLE!
Quizás un partido complicado, quizás un partido sencillo: Con hufflepuff nunca se sabía, pero lo que sí se sabía era que la copa dorada que solamente la iba a levantar quien saliese victorioso con valentía, determinación y estrategia la estaba esperando. Era el partido definitivo, ahora o nunca, a todo o nada, Isabelle podía tenerla en sus manos si le ganaban a Hufflepuff, pues gryffindor estaba demasiado complicado y solo dependía del triunfo de las comadrejas.
Era la primera vez, luego de su partida, que no pensaba en su novio. O bueno, quizás si. Extrañaba verlo en la tribuna, a pesar de que solo la haya visto en un único partido, el anterior. Se sentía algo raro ya no tenerlo cerca, pero no era tan malo como creía, sabía que estaba bien, cómodo, riéndose y dedicándole tiempo a sus sueños, así que estaba feliz por él, pero su felicidad quizás dependa también un poquito de esa copa de oro.
Con tan solo pensar las posibilidades... Quizás slytherin pueda cambiar su imagen con respecto a Fred, quizás quede en la historia, quizás este en esa vitrina la cual se quedó mirando miles de veces: Todo podía cambiar, podía cambiar la historia, podía cambiar a slytherin y podía cambiarse a ella misma, llegar a un lugar más importante. ¿Algún famoso equipo de quidditch habrá escuchado de la asombrosa Isabelle Campbell de tan solo diecisiete años de edad, la peor de toda la adolescencia?
Volaba con total rapidez con la quaffle bajo su brazo. Las túnicas amarillas se abalanzaban sobre ella e intentaban robarle la pelota, y ni hablar de la bludger, que casi le golpea la cabeza en dos ocasiones. Todos querían ganar, pero lamentablemente el puesto es para uno solo.
Se iba acercando a los aros, Carson Falke esperaba atentamente. Intentaba mostrarse seguro, ¿Pero acaso Isabelle Campbell no lo conoce lo suficiente para saber que se está muriendo de los nervios? ¿Acaso no sabe que es el hombre más pequeño que alguna vez existio?
Fue como si se tratase de un tema personal, pasó la quaffle a su mano y, con ese brazo que alguna vez estuvo cubierto de yeso, disparó como si se tratase de una flecha hacia el aro del medio. Carson estaba posado en el de la derecha, y cuando finalmente reaccionó, se dio cuenta de que había llegado muy tarde.
Las túnicas verdes fueron corriendo a felicitarla. Bueno, todas menos la de Draco Malfoy, que solo se limitó a mirarla desde la lejanía. El público, que vestía orgullosamente el verde esmeralda de la casa de las serpientes, se mostraba emocionado, cada vez estaba más cerca y eso Campbell lo sabía.
