No me puedo quedar quieta.
Desde que Kurt me dijo el nombre de la entrevistadora que viene esta mañana, he estado paseando alrededor como una tonta. Mi cabeza está dando vueltas por todo el lugar.
¿Y si es ella? ¿Qué digo?
Debería estar cabreada conmigo. Yo fui la que detuvo el contacto cuando me mudé a Nueva York. Y cuando tuve éxito con la banda, ella nunca intentó contactar conmigo.
Eso sería muy típico de Santana, mantener un resentimiento de doce años. Siempre fue una luchadora.
Santana Marie López. Podría no ser ella.
¿Cuántas Santana López podría haber en Lima, Ohio que sean periodistas musicales?
Ella gustaba de la música en primer lugar, escritora en segundo. Tenía que ser ella.
¿Qué hora es?
Me estoy volviendo loca aquí. Solo espero que se dé prisa y llegue aquí para que yo pueda salir de mi miseria.
Sé que estoy actuando como una loca ahora mismo, pero es Santana. Para mí siempre estuvo solo ella, y eso no cambió nunca en todo el tiempo que he estado separada de ella. Era la única que me conocía entonces, y sólo ella podía amarrarme así. Era mi mejor amiga, la única chica que amé jamás, y la he echado mucho de menos.
Es en ocasiones como esta cuando desearía no estar sobria. Realmente podría consumir algo de bebida ahora mismo.
Rayos.
Necesito fumar. Los saco de mi bolsillo y me enciendo uno.
- ¿Quieres una bebida? -pregunta Kurt entrando en la sala de estar-. ¿Quizás un whisky?
-No. Sí. No -Doy una calada de mi cigarrillo y expulso el humo.
- ¿Has llegado ya a alguna conclusión sobre esa bebida? -dice Kurt inclinando su cabeza hacia un lado.
-Sí.
- ¿Sí quieres una? ¿O sí que no?
-No.
-Podría calmarte -Cruza la habitación, dirigiéndose hacia el mini-bar.
-Sí, pero si me tomo una puede que no pare.
Toma una de esas mini Coca-Colas de dieta y la abre.
Coca, eso es lo que necesitaría ahora, y no de la variedad dietética.
-Esta chica en serio te hace perder los papeles -Kurt tiene otra bebida, y vaciando la lata, la tira en la basura.
Me giro hacia él, dando una larga calada a mi cigarrillo.
-Porque no es sólo cualquier chica.
- ¿No? -Kurt levanta una ceja.
-No -Tomo otra larga calada, luego lo apago en el cenicero-. Es la única chica a la que alguna vez he amado.
-No sabía que hubieras amado.
-Sólo la primera vez.
Sonriendo, Kurt se acerca y recoge el cenicero. Sé que va a limpiarlo. Odia que fume. Creo que está preocupado de que pueda hacerlo envejecer prematuramente o algo así.
Kurt es genial, ha estado conmigo desde el principio y es fabuloso en su trabajo. También me ha salvado en más ocasiones de las que puedo recordar.
Las mujeres son lo mío. Desde que me fui a Nueva York declaré abiertamente mi gusto por las mujeres. Nunca he tenido una novia. Solo me gusta follar. Y a menudo. Luego me muevo hacia la siguiente. Solo ha habido una chica a la que haya amado, una chica que haya querido que fuera mía, y ella podría estar entrando por esa puerta en cualquier momento.......siempre lamentaré no haberle dicho a Santana que me gustaba y la amaba.
ESTÁS LEYENDO
The Mighty Storm
FanfictionEsta historia esta sacada de FanFiction.net no me pertenece