The Mighty Storm

capítulo 14

¿De dónde demonios viene esa música?

Adele. Mierda, el tono de mi teléfono y está en mi bolso en la sala.

Me desenmaraño de una muy desnuda Brittany y hago una carrera hacia mi bolso.

Agarrándolo del sofá lo abro, rescato mi teléfono y respondo sin mirar quien llama.

-Hola -digo sin aliento.

- ¿Por qué estás sin aliento?

Holly.

-Estaba en la cama y mi teléfono estaba en la sala de estar.

- ¿Y estabas en la cama con Brittany?

¿Qué?!

- ¿Qué?

-Brittany, ¿es verdad? -pregunta con un tono de conspirador en su voz.

Miro alrededor del cuarto con recelo. Medio espero a que ella salte en mí en cualquier momento ahora.

- ¿Qué es verdad sobre Brittany? -mi voz tiembla ligeramente y la blasfemo.

-Santana, deja de estarte evadiendo, ¿es o no es verdad que tú y Brittany duermen juntas?

Mi corazón se para en mi pecho. Ningún latido, nada. Creo que realmente podría estar muerta ahora mismo. Y esto me serviría tanto si así fuera.

- ¡No! -exclamo, volviendo a la vida-. ¿Por qué preguntas eso? -Trato de mantener mi voz estable, pero ésta tiembla un poco otra vez, sólo espero que no lo notara.

- ¡Sí que lo hacen!

-No. No lo hago -Pongo mi mejor voz de «no estoy bromeando» en ello.

Oigo que Brittany se mueve en la cama. Me giro sobre el suelo mirándola a través de la puerta abierta.

La culpa me mancha por todas partes en este momento, cuando miro hacia la misma prueba de mi traición a Alice, ante mí.

Así que no sólo estoy engañándola, también miento sobre el engaño.

Lamento mentirle a Holly, pero no le puedo decir exactamente la verdad. Alice tiene que ser la primera en enterarse. Y francamente, no he tenido ni una oportunidad de ordenar todo esto en mi mente aún en cuanto a cómo va a desplegarse todo.

Entonces me miro abajo y me doy cuenta de que estoy completamente desnuda.

- ¿Santana? ¿Estás todavía allí? -Holly parece un poco preocupada.

-Um... sí. Sólo dame un segundo -refunfuño.

Retirándome el teléfono de mi oído, lo mantengo en mi mano y voy de puntillas de vuelta al dormitorio. Recojo la primera pieza de ropa que encuentro, que resulta ser la camiseta apestosa de Brittany de anoche y me la pongo.

Pero no huele tan apestosa. Sólo huele a Brittany. Me duele y complace al mismo tiempo.

Silenciosamente, camino de vuelta a través de la sala de estar, cerrando la puerta silenciosamente detrás de mí. Me siento en el borde de la mesa de centro que está enfrente de la puerta cerrada del dormitorio.

-Bien, estoy de vuelta -digo.

- ¿Todo bien? -pregunta Holly, todavía parece preocupada. Y me siento mareada.

-Sí, sólo necesitaba tomar agua, me sentía un poco seca... así que, ¿por qué demonios crees que estoy durmiendo con Brittany?

-Está esparcido por todas partes en Internet, querida -dice suavemente-. Fotos de ti bailando cerca e íntimamente con Brittany en un club, luego hay imágenes de ella cargándote dentro de un hotel.