capítulo 25

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Estoy seriamente preocupada por Brittany. Ha estado muy distante, tan encerrada en sí misma en estos pasados días, desde el funeral de su padre. Le ha afectado mucho más de lo que me imaginaba. Pensaba que era a causa de no haber visto a su padre durante tanto tiempo, y lo que ocurrió la última vez que le vio, bien.... no es que pensase que estuviese feliz por la muerte de su padre, supongo que no me di cuenta de que le afectara tanto. Parece que está aquí, pero en realidad no lo está. Estoy preocupada porque haya cometido la locura de volver a la vida de desenfreno que antes llevaba.

Aquí en Chicago es un día muy caluroso, agradezco el vestido de lino negro sin mangas que estoy vistiendo y por el aire acondicionado del BMW X5 el cual Finn está conduciendo, llevándonos al funeral de Paul. Kurt está en el asiento delantero a su lado, yo estoy junto a Brittany en el asiento trasero, mirando a través de la ventanilla desde que abandonamos el hotel, durante el viaje al crematorio.

Lleva puesto un vestido elegante de color negro con un sombrero a juego. Resulta extraño ver a Brittany vestida de esa manera y aunque se ve absolutamente extraordinaria, impresionante, quiero verla fuera de esas ropas y de nuevo en el rol de la Brittany atrevida e insinuante. Quiero de vuelta a mi Brittany.

Espero que la sorpresa, si puede llamarse así, en un día como éste, ayude a levantar sus ánimos y la devuelva a mí.

Llamé a Susan, la madre de Brittany. Obtuve el número del teléfono de Brittany ayer por la mañana, mientras ella estaba en la ducha. No iba a acudir al funeral. Desde luego, comprensible, después de lo que le hizo a ella y a Brittany. Pero por el bien de Brittany, debía hacerlo. Hago todo lo posible por ella, pero llegada aquí, ella es la más indicada en poder ayudarle. Lo vivieron juntas, ahora deben enterrarlo juntas.

Era extraño volver a hablar con ella después de tantos años.

Una vez superado el incómodo comienzo, de hecho fue muy agradable hablar de nuevo con Susan. Estaba muy feliz de que Brittany y yo nos encontráramos y estuviéramos de nuevo juntas. Ella dijo que siempre supo que estábamos predestinadas.

Después de escuchar esto sentí ganas de llorar. Entonces le comenté la razón de mi llamada.

Ella tomó el primer vuelo desde Nueva York a Chicago. Kurt le reservó una habitación en nuestro mismo hotel, pero su vuelo aterrizaría a la hora del almuerzo, por lo tanto, iría directamente desde el aeropuerto al funeral. A Dale no le era posible venir con ella, ya que se encontraba en China por negocios.

Susan y yo mantuvimos la llamada telefónica entre nosotras.

Esa fue mi decisión.

No quiero que Brittany sepa que la he llamado. Quiero que piense que ha venido por su propia voluntad para estar en estos momentos junto a ella. No es porque no quisiera ayudar a su hija. Por supuesto que sí. Sólo está cegada por su ira hacia Paul, muy comprensible, sólo necesitaba un empujoncito en la dirección correcta.

Finn conduce el auto por el largo camino hacía el crematorio. Siento la mano de Brittany apretar la mía.

Me inclino cerca de ella, apoyo mi mejilla contra la suya.

- ¿Estás bien? -susurró en su oído.

Se separa un poco de mí, mirándome a los ojos. Se le ve tan diferente, como una niña pequeña perdida. Me duele por ella.

Rezo porque Susan ya esté aquí, esperándonos.

Brittany levanta las manos a mi cara, apartando mi pelo detrás de mi oreja, me besa suavemente en los labios y murmura:

-Santana, lo eres todo para mí, ¿lo sabes, verdad? -Asiento, confundida sin saber a dónde quiere llegar al decir esto.

Toma mi mentón entre su pulgar y su dedo índice.

The Mighty StormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora