Me levanto en brazos de Brittany, todavía usando el vestido de la noche anterior.
Vuelvo mi cara hacia ella, miro directamente sus ojos azules. Su pelo rubio esta todo revuelto de dormir, pero sus ojos están bien despiertos. Ha estado pensando.
No es bueno.
-Hola -dice en voz baja a mi lado.
- ¿Por cuánto tiempo has estado despierta? -pregunto, mi voz vacilando ligeramente.
-No mucho. -Quita un rizo suelto de mi frente.
Hay un momento de silencio entre nosotras. No sé qué decir después de anoche, y me parece que tampoco lo sabe Brittany.
- ¿Estás bien? -pregunta, rompiendo nuestra silenciosa mirada.
¿Necesito una razón para no estarlo?
-Sí. -Asiento, tragando saliva. ¿Lo estás tú?
Brittany cierra sus ojos, soltando un suspiro.
¿En qué está pensando? Tengo miedo de preguntar. Miedo de que haya cambiado de opinión sobre el bebé. La miro, esperando. Abriendo sus ojos, toma mi cara en sus manos y me besa. Profundamente. Apasionadamente. Con veneración. Es un beso lleno de palabras no dichas, promesas, y amor. Profundo amor. El amor que nos ha unido por casi tres décadas.
-Vamos a tener un bebé -digo cuando el beso de Brittany se desacelera.
-Así es. -Recuesta la cabeza hacia atrás, mirando mis ojos.
-Vamos a ser madres. -No puedo leerla ahora. Todavía se mantiene apartada de mí.
Sonríe, pero es forzado. Puedo ver en sus ojos el miedo que estaba escondiendo hace un momento. Se desencadena un dolor en mi pecho. Un dolor horrible, uno que consume todo.
-Brittany, ¿estás... bien?
-Sí, sólo un poco...
-Abrumada. Asustada. No lista. Cambiaste de idea -dejo escapar, interrumpiéndola.
Luce perpleja, y luego sus ojos se reafirman, su mirada clavándome.
-Más bien preparada. Feliz. Deseando a nuestro bebé más que nada. -Su mano toca mi estómago, y exhalo el aliento que estaba conteniendo-. Sólo estoy preocupada -añade en voz baja, lanzando su mirada más allá de mí.
Mi estómago se tensa bajo su toque.
- ¿Sobre?
-Que el bebé no esté bien.
-El bebé está bien. -Me relajo, poniendo mi mano sobre la suya, presionando mi estómago.
-Quiero que veas a un médico hoy, Santana.
-Estaba planeando ir el lunes.
-Tiene que ser hoy -dice con firmeza-. Le pediré a Kurt que lo arregle.
Se sienta, dándome la espalda, poniendo sus pies en el suelo. La sigo, sentándome a su lado. Volteo para enfrentarla, envuelvo una pierna alrededor de su estomago y la otra alrededor de su espalda, atrapándola.
- ¿Por qué la prisa? -pregunto, inclinando mi cabeza a un lado, mirando su cara. Suspirando, encuentra mis ojos por un momento, y luego mira hacia otro lado.
-Santana, he pasado mucho consumiendo drogas desde que la banda tuvo éxito, también lo hacia en aquella época de mi vida cuando pedí que me extrajeran un par de óvulos para dejarlos en la clínica.
-Pero estás limpia ahora -aporto.
-Sólo necesito asegurarme de que el bebé está bien, que las drogas no han tenido ningún efecto sobre él o causado algún daño a largo plazo. -Su voz suena dolorida.
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The Mighty Storm
Fiksi PenggemarEsta historia esta sacada de FanFiction.net no me pertenece