capítulo 3

1.6K 118 5
                                    

Oh Dios. ¿En qué estaba pensando cuando decidí emborracharme una anoche antes? No es mi plan más inteligente. No es que en general tenga muchos.

Estaba muy nerviosa ante la idea de ver a Brittany ahora. Y cuanto más hablaba con Rachel acerca de eso, más necesitaba beber.

Cuando me destacó que probablemente Brittany no sabría que iría a verla porque dudaba que a las estrellas de rock les informaran quiénes iban a entrevistarlos y luego cuando entre allí va a ser muy incómodo y difícil...bueno, seguí bebiendo un poco más para calmar los nervios.

Realmente sólo bebimos Mandarin seco. Cantamos en el karaoke como si estuviéramos en una audición para un papel en alguna obra de Broadway y luego me fui a casa a las 2:00 am.

He tenido sólo seis horas de sueño, tengo una seria resaca y ahora estoy viajando en el metro y tengo la sensación de que voy a vomitar en cualquier segundo.

Parte por la resaca... y en parte por los nervios.

Cuando finalmente me bajo del metro, compro un café con leche de Starbucks y lo bebo con dificultad, rezando para que se me aclare un poco la confusa cabeza, mientras me dirijo a pie hacia The Plaza Hotel, donde Brittany se encuentra.

Cuanto más me acerco al hotel, más aumentan mis nervios. Mi estómago sigue cerrado por el pánico.

No, basta, Santana. Eres una periodista seria y esto sólo es una entrevista. Has hecho un montón de ellas. No importa quién es ella, o lo que haya pasado cuando la amabas.

Todavía lo hago.

No, no es cierto.

Genial, ahora estoy discutiendo conmigo misma.

Mi teléfono en el bolso suena con un texto. Es de Rachel, ella salió a trabajar esta mañana, antes de que yo incluso saliera de la cama. No tengo idea de cómo se las arregló.

Abro el texto:

«Respira. Vas a estar bien. Estarán hablando de historias de cuando eran niñas antes de que te des cuenta. Llámame cuando hayas terminado.
Con amor x».

Dejo caer mi teléfono en mi bolso, mirando hacia arriba veo que he llegado al hotel. Dejo caer mi vaso vacío en el basurero más cercano, tomo mi chaqueta delgada y la meto en mi enorme bolso.

Estoy usando mi falda shaker negra, una camiseta gris holgada con un cinturón a la cintura y mis tacones altos favoritos, mis botines grises de gamuza. No es demasiado llamativo, ni demasiado casual y me siento muy cómoda así. Lo estoy.

Y ahora sólo me tengo que sentir cómoda. Miro hacia el hotel que es muy alto.

Bueno, puedo hacer esto.

Respiro profundamente y camino hacia la puerta.

El conserje me abre la puerta y me encuentro en un vestíbulo alfombrado.

Inmediatamente me siento fuera de lugar. Tal vez debería haberme vestido un poco más conservadora.

Pero así es como siempre me visto para el trabajo y cuando he entrevistado a celebridades, pero nunca había entrevistado a alguien tan famosa como a Brittany, ni ninguna con la que haya jugado a cazarla para besarla cuando tenía cinco años tampoco.

Oh Dios. Estoy definitivamente cegándome. Así que, totalmente fuera de mí, aquí estoy.

Paso las manos nerviosamente por mi falda.

No, no puedo hacer esto.

Levanto la cabeza y camino hacia el mostrador de recepción.

La mujer de la recepción es muy atractiva, con ese tipo de peinado que yo nunca seré capaz de imitar.

The Mighty StormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora