Entro en mi casa, arrastrando la pesada maleta detrás de mí. Rachel está en el trabajo. Ella llegó a casa varios días antes que yo. Su trabajo es un poco más estricto en los días festivos que el mío; supongo que esa es la parte más increíble de tener un jefe que también es uno de mis mejores amigos. No podía soportar dejar a Brittany y ella no estaba interesada en dejarme ir tampoco. Sacando el teléfono de mi bolsillo, me quedo viendo su último mensaje, el que había recibido en el momento en que estaba sentada en el asiento de Primera Clase del avión que me traía a casa:«Sólo piénsalo por favor. Te amo demasiado. Te quiero en mi vida, permanentemente. Quiero despertar cada día contigo a mi lado.»
-No te vayas -susurra Brittany, sosteniendo mi cara en sus manos.
-Tengo que hacerlo. Tengo trabajo que hacer en la revista y tú tienes que hacer la promoción para la gira... y estoy segura que necesitas ir a la oficina para revisar la etiqueta, bebé, es sólo por una semana y después volveremos a estar juntas -Añado viendo sus ojos tristes.
-Son ciento sesenta y ocho horas sin ti -suspira Britt.
- ¿Acabas de sumar eso en tu cabeza?
Ella asiente.
-Sabelotodo.
-Deja de cambiar el tema.
Poso mis dedos en su rostro.
-No será por mucho tiempo y luego volveremos a estar juntas.
-No me refiero a eso.
Se siente como si fuera a ser para siempre, especialmente cuando Britt se viene abajo en horas así. Pero habíamos estado mucho tiempo en los bolsillos de la otra... demasiado, últimamente, y no quiero que Brittany se aburra conmigo. La distancia le hará extrañarme, haciéndola desearme más. O haciéndola sentir sola e ir en busca de confort en otro lugar. Rápidamente bloqueo ese pensamiento de mi estúpido lado irracional. Un tiempo fuera será bueno para nosotras. Brittany me mira a los ojos, sus ojos azules acariciando mi alma, puedo sentirme titubear y debilitarme a su petición.
¡No! Sé fuerte, Santana. Es solo una semana.
No, son solo ciento sesenta y ocho horas...
-Te extrañaré bebé -digo forzándome a sonar fuerte-. Muchísimo, pero ambas tenemos que trabajar -Me pongo de puntillas y beso sus labios.
-Múdate conmigo.
¡¿Qué?!
- ¿Qué? -me alejo de su rostro, apoyándome en mis inestables tacones, buscando su expresión.
-He pasado el suficiente tiempo sin ti en mi vida, Santana, y no lo haré de nuevo. Ven y vive conmigo en L.A... ven a vivir conmigo.
Recorro mi dedo sobre la pantalla de mi teléfono, mirando su mensaje otra vez.
- ¡Brittany, esto es una locura! ¡No podemos irnos a vivir juntas!
-No, lo que es una locura es que estoy parada en un aeropuerto diciéndote adiós otra vez.
-Esto no es lo mismo que entonces. Ya no tenemos catorce años. No vamos a perdernos la una a la otra. Soy tuya y tú eres mía y eso nunca va a cambiar -Sostengo mi brazalete de amistad hacia ella como prueba de eso-. Solo voy a trabajar por poco tiempo y luego estaremos juntas cuando vuele de regreso en una semana. Sólo me estás pidiendo que me vaya a vivir contigo en un impulso, por la manera como te sientes en este momento acerca de estar alejada de mí.
Britt sostiene mi brazo y besa el brazalete de la amistad.
-No, no lo hago. Quiero vivir contigo porque estoy enamorada de ti. Quiero compartir mi vida contigo. ¿Sólo dime que al menos lo pensarás?