Me despierto con el sonido de golpes a la puerta de mi suite en el hotel. Una mirada al reloj me dice que son las 9:15 am. ¿Me pregunto quién demonios es? Brittany está envuelta alrededor de mí como una sábana. Me separo a mí misma de ella. Gime y se da la vuelta en su sueño. Me pongo mi bata y las pantuflas de camino hacia la puerta principal. Me asomo por la mirilla, y mi corazón se detiene en mi pecho.
Es Alice.
Alice está de pie fuera de mi puerta y Rachel está con ella y Brittany está en mi cama, ¡santa mierda! ¡Santa mierda de mierdas! Por un momento, literalmente no sé qué hacer. Entonces Alice llama a la puerta de nuevo. Un poco más fuerte esta vez. Doy un par de pasos silenciosos hacia atrás, luego giro para correr hacia el dormitorio.
-Brittany -le susurro, sacudiéndola-. Despierta. Abre sus ojos y parpadea pesadamente.
- ¡Alice está aquí, delante de la puerta! ¡Aquí ahora! -Siseo.
Parpadea de nuevo mientras mis palabras se registran. Luego, muy lentamente, se sienta. No parece asustada en lo más mínimo. Yo, estoy absolutamente cagándome de miedo, pero Brittany parece muy tranquila al respecto.
-Te tienes que ocultar -Tiro de su brazo, mirando alrededor de la habitación, mis ojos ven la puerta del baño.
- ¿Qué?
-Ocúltate. Tienes que esconderte en el baño. Alice está aquí, fuera de la puerta.
Corro en torno de la habitación a recoger su ropa. La meto en sus brazos, y trato de sacarla de la cama. Su reticencia es evidente.
- ¿Quieres que me esconda en el maldito baño? -su tono es menos que alentador.
-Sssh, baja la voz, ella te escuchará.
-Me importa una mierda -dice audible. Oh no.
-Por favor, Brittany. No puedo dejar que se entere de esta manera. No cuando ha venido hasta aquí para verme. Le diré, pronto. Pero no de esta manera. Por favor -Trato de impulsarla en dirección al cuarto de baño de nuevo.
Otro golpe. Más fuerte, más insistente esta vez.
Brittany mira en la dirección de los golpes, a continuación, me mira de nuevo, dándome una dura e implacable mirada. Miro hacia atrás con ojos suplicantes. Ella se pone de pie y se mete como una tormenta en el cuarto de baño, cerrando la puerta tras ella firmemente. Mi cabeza es un caos absoluto. Rápidamente me dirijo hacia la puerta. Aliso mi pelo suelto, tomo una respiración profunda y luego abro la puerta.
- ¡Sorpresa! -cantan al unísono Alice y Rachel.
- ¡Arghh! Clamo como en el falso «Oscar-digno-sorpresa».
Alice lanza sus brazos alrededor de mí, me envuelve en un abrazo. Su olor se apodera de mí, cítricos y casi rompo a llorar en el acto.
-Dios, te he echado de menos -dice abrazándome fuerte.
-Yo también te extrañé -murmuro. No puedo contener las lágrimas que llenan mis ojos... Lágrimas culpables.
-Te has tomado tu tiempo para contestar la puerta -Ella me abraza de nuevo, mirándome como si estuviera bebiendo en mí.
Se ve tan feliz. ¡Oh Dios!
-Lo siento, estaba durmiendo -De alguna manera pude sacar las palabras de mi trancada garganta.
- ¿Una trasnochada, eh?
-Mmm.
Rachel empuja su camino abrazándome. Envuelvo mis brazos alrededor de ella. Estoy tan contenta de que ella esté aquí. Se mueve por delante de nosotras, girando sus pequeñas maletas en mi suite.