¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí.
Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Charlotte, una mujer dulce y dedicada. Chiara, sexy e imponente, ¿Cual elegirías tú...
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POV Engfa
¿Qué le estaba sucediendo a las mujeres de este mundo? ¿Todas estaban locas? Solo eso explicaba el gran lío en que se había convertido mi día. ¿Cómo podrían las cosas volcarse en tan poco tiempo? Obviamente, tenía una buena cantidad de culpa en la situación. Pero tal vez había olvidado las consecuencias que esto podría causar.
Después del rechazo de Chiara, había vuelto a la soledad de mi apartamento. Al llegar a casa, tiré los zapatos en una esquina de la habitación y me tiré en el acogedor sofá, respirando profundamente, tratando de calmar mi cerebro que procesaba demasiada información en un corto espacio de tiempo.
Todo el camino de regreso estaba tratando de entender la razón por la cual Chiara me rechazó. No recuerdo nada que pude haber hecho para causar tanta ira en la mujer. ¿Ella me había visto con alguien? ¿Ella me había visto con Charlotte? ¡No, no! Muy poco probable. Charlotte y yo nos acercamos de manera espectacular, pero los lazos se habían cortado desde la más grosera y crudamente manera posible, todo por mi culpa. Lamento eso, la última persona que merecía ser tratada de esa manera era ella. Un sentimiento de culpabilidad me toco ese instante recordando todos los momentos en los que ella me hacía sentir mejor y feliz, solo aumentó la culpa que sentía.
Cerré los ojos recreando en mi mente todos los momentos que me había marcado:
"—¿Está todo bien?
—Sí, solo estaba pensando.
—¿Puedo saber acerca de qué? —pregunté cada vez más cerca.
Charlotte me miró con calma para luego hablar.
—En lo agradable que es estar aquí.
Sus ojos parecían expresar esas palabras de manera sincera.
—Te contaré un secreto —susurré mientras me acercaba más.
—También estoy amando estar aquí, así—susurré al oído, notando que todo el cuerpo de la mujer se estremeció. Ella sonrió y bajó la cabeza.
—¿Te importaría si apoyo mi cabeza en tu regazo? No quiero ser abusiva más de lo que ya estoy siendo...
—No hay problema, puedes hacerlo.
Charlotte habló en voz baja. Puse unas cosas fuera del camino y me acosté en su regazo.
—Tina me va a matar, estoy acostada en el regazo de su conquista. O de Mew, ¿no es así?
—No tengo nada con ninguno de los dos.
—Genial. no quiero meterme en discusiones con ninguno, porque están celosos de mí, señorita Austin.
