¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí.
Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Charlotte, una mujer dulce y dedicada. Chiara, sexy e imponente, ¿Cual elegirías tú...
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POV Pich
Engfa parecía inquieta. Su expresión era seria, con la mandíbula apretada y los ojos entrecerrados. Yo me mantuve en calma, a pesar de los nervios y la euforia del momento. Estábamos ahora en su auto en camino a Tilac, donde en este instante Chiara debería estar empezando a bailar.
—Podemos dar la vuelta y no ir ahí —dejé salir fingiendo preocupación.
Engfa quitó sus ojos de la carretera y puso sus ojos en mí.
—¿No me quieres demostrar tu teoría? ¿O te diste cuenta de que me estás diciendo un montón de mierda? —su tono de voz salió grosero. Haciendo temblar mi cuerpo.
Realmente esperaba que todo estuviese funcionando en ese momento, o seguramente Engfa me mataría. Y no sabría cómo defenderme.
—Te estoy diciendo la verdad Engfa. Solo me preocupo por ti —dije tocando su brazo cariñosamente.
La mujer sacudió su cabeza y continuó manejando. Pronto estábamos conduciendo dentro del enorme estacionamiento del club, y con cada movimiento que Engfa hacia mi corazón latía con fuerza. Detuvo el auto y se quitó el cinturón, saliendo rápidamente. Solo tomé una respiración profunda y seguí a la mujer que caminaba a Tilac como si fuese a matar a alguien. Realmente parecía fuera de sí misma.
—¿A dónde vas? —pregunté con pasos apresurados detrás de ella.
—Voy a buscar a Charlotte, si no está fuera debe estar en las habitaciones privadas.
Engfa habló mientras caminaba a través del enorme pasillo. Abrió puerta por puerta, y todos estaban vacíos. Eso me empezó a asustar, pero todavía quedaba una puerta. Y fue ahí donde fue. Podía escuchar el sonido de sus tacones haciendo eco en el pasillo, Engfa tomo una respiración profunda y abrió la puerta. Viendo todo lo que siempre esperaba.
Chiara estaba de rodillas en el suelo, quitándose la parte baja de su atuendo. Rápidamente, puse mis ojos en Engfa que miraba a la mujer de una manera estática. Su expresión simplemente no se podía leer, hasta que tomó una respiración profunda y se acercó a las dos mujeres con furia.
—¡¿Estás disfrutando jugando con tu hermana pequeña, perra?!
La voz de Engfa hizo eco dentro de la habitación, haciendo que la stripper se levantase asustada. Incluso con la máscara podía ver la expresión de sorpresa en su cara. Prada se levantó rápidamente y nos miró de la misma manera.
—Engfa... —pude ver a Charlotte susurrar mientras cubría su cuerpo.
—¡Esto solo puede ser una broma! —Engfa gritó.
—Engfa, cálmate —intenté hablar mientras me acercaba a la mujer. Que en ese instante me alejó.
—¿Qué me calmé? ¡¿Quieres que me calme después de ver toda esta mierda?! ¡¿Qué me calmé?! ¿Después de verte bailando a la mujer que más odio en esta vida?
