¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí.
Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Charlotte, una mujer dulce y dedicada. Chiara, sexy e imponente, ¿Cual elegirías tú...
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POV Engfa
Levantamos las copas en alto, brindando por décima vez en la noche. Los efectos del alcohol en el ser humano eran increíblemente desastrosos. Pensé mientras tomaba un buen sorbo de la bebida azul en mi vaso, que ya debe ser la séptima copa en unas pocas horas.
—Esto de aquí es demasiado bueno —Tina habló con entusiasmo mientras se servía el trago de su vaso con una pajita verde.
Estábamos en un club nocturno en el centro de Bangkok esa noche. Recordando los viejos tiempos en los que nos fuimos todas juntos. Tina y Heidi en una idea repentina, decidieron programar mi despedida de soltera. Así es, mañana me voy a casar con Charlotte, y no podría estar más nerviosa por ello.
—Si bebes saldrás de aquí ebria, Engfa —Heidi dijo riendo.
—Necesito una gran cantidad de alcohol esta noche para acabar con mi ansiedad —hablé con cierta dificultad debido al ruido en el interior del lugar.
Ansiedad. Esa palabra me definiría hasta el momento de la boda. Estaba con los nervios de punta, ese maldito frío dentro de mi estómago, y el torbellino de pensamientos en mi cabeza me estaban matando poco a poco. No es que la idea de casarse con Charlotte era mala, sino todo lo contrario, que era demasiado buena. Y precisamente por eso que mi cuerpo estaba dando demasiada atención a mi sistema nervioso.
¡Maldita sea!
—¡Jesucristo, nunca antes te había visto tan ansiosa como ahorita, Eng! —Tina dijo dejando escapar una risa.
—¡No es para menos, se va a casar! —fue el turno de hablar de Heidi.
Casarse, boda, Charlotte.
¡Oh Dios mío!
¡Iba a casarme con Charlotte!
Gritó mi subconsciente.
—Respira, te estás poniendo pálida como el papel —Tina habló tocando mi brazo con calma.
—Si es aún posible.
Miré a Heidi y rodé los ojos, lo que la hizo reír.
—¿Ya no te quieres casar? —Tina me preguntó seria mirándome.
Tomé una respiración profunda y tomé otro sorbo de mi bebida.
—Es lo que más quiero en la vida, Tina. ¡Estoy muy nerviosa por ello! Quiero que todo vaya bien mañana.
—Todo irá bien mañana, Eng —Heidi dijo sosteniendo una de mis manos que descansaban en la mesa.
—¡Exactamente! ¡Relájate! Mañana será un día maravilloso en el que te atarás para siempre a Charlotte.
